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ISSN 1989-4163

NUMERO 132 - ABRIL 2022

 

CalenDiario Incendiario Vendimiario

Luis Arturo Hernández

[Octubre (de 2021), en la que era antigua Era Cristiana]

                                       LUIS ARTURO HERNÁNDEZ

    “TyLafitte.—El plan es que todo se grabe, se vea, se mida. Que todo se almacene, analice y esté disponible para El Círculo de algún modo. ¿Te hicieron la revisión inicial?
MaeHolland.— sí.
Ty.—Vale. Verás: cada paso, cada respiración, todo se almacena. Podrían utilizarlo como quieran. Nos están estudiando. Los datos de todos los circulistas se estudian y se monetizan.
Mae.—¡Era voluntario! ¿Y no es ese el objetivo de tenerlo todo en el mismo sitio? […]
Ty.—Las cosas en El círculo tienen que cambiar.
Mae.—¿Como qué? ¿Conectar al mundo? ¿Ayudar a mis padres? Deberías estar muy orgulloso de lo que has creado.
Ty.—¿Orgulloso…de qué? ¿De la falta de privacidad, del uso de datos  personales para la acumulación de riqueza y control? No estoy orgulloso. Esto no es lo que yo creé.”
                  James Ponsoldt, El Círculo [2017]

   “La reforma fue resuelta en 1955, quince años después que la Sociedad de las Naciones, de Ginebra, se disolvió a orillas del lago de su propio nombre, cuando comenzó la guerra entre las naciones que se llamaban a sí mismas del Nuevo Orden y las que se decían de la Democracia. […] Un día de aburrimiento, las cuarenta esposas de los cuarenta primeros ministros de las naciones más adelantadas tomaron sus aviones, […] y se apearon en […] la isla de los Ladrones, en el Pacífico, donde se habían reunido los financieros para crear una moneda internacional en reemplazo del oro.
   »Mientras ellos hacían esto, ellas abolieron el calendario gregoriano, que fastidiaba a los negociantes con sus meses irregulares, uno de 28, otros de 30 y otros de 31 días. […]
   Diez años después, en 1965, una revolución sindiosista estalló en Rusia, que había vuelto al régimen capitalista, y barrió las naciones como una tromba de fuego. Aniquiló toda idea de justicia, de bondad y de belleza; pulverizó las más preciosas joyas del arte de los siglos; y, en cinco años que duró, amontonó cien millones de cadáveres, […] la Providencia suscitó para cada nación un jefe […], y ese hombre restauró las jerarquías, abolió las libertades de lujo, a fin de que los hombres pudieran gozar de los derechos esenciales: derecho de no ser asesinado, derecho de trabajar sin ser esclavo de los sindicatos, derecho de ser padre de sus hijos, derecho de ser hijo de Dios. […]
   Aquella revolución, a pesar de que fuera vencida por la reacción de unos pocos dictadores, afianzó/ y legó a los nuevos imperios el esperanto, el año de trece meses y la moneda universal del papel.
   La Iglesia Católica, que había resistido a las innovaciones, sólo aceptó la moneda universal de papel (el marx), que destruyó la estúpida idolatría del oro.”
                  Hugo Wast, Juana Tabor (1942) [Homo Legens, 2005, pp. 26-27 y 28.]

   «Carlito.—¿Es este entonces tu gran plan? ¿Escapar? ¿Y luego? No… no me lo creo ni lo más mínimo. Tú, no, no la omnipotente Mercedes.
     Mercedes. Vivimos en una época extraña y confusa. Pero no nueva: todo ya ha sucedido al menos una vez en el transcurso de la historia./ Miedo e ignorancia. Dos palabras neutras. No indican a qué debemos tener miedo o qué ignoramos. Extranjeros, terroristas, pobreza, carestías… No importa.  El mecanismo que esas dos palabras desencadenan  se repite una y otra vez con sorprendentes similitudes. Permite que personajes con unos ideales cada vez más desgastados sean ampliamente vitoreados por sus respuestas fáciles. Respuestas que nos permiten huir del esfuerzo de colmar esa ignorancia. Y a la vez paliar nuestros miedos. Y yo, más que cualquiera entre los vivos, he contribuido a agudizar el mecanismo. Si el planeta era el toxicómano, yo fui la traficante que le vendió la dosis letal. Al doble de su precio. No pretendo justificarme con excusas insulsas. Ni implorar por un perdón que nadie me concederá jamás./ Siente miedo y serás dominado. Domina lo que sientes y darás miedo.
Carlito.—Es admirable cómo consigues hacer callar tu sentimiento de culpa.
   Mercedes.—¿Admirable’ El sentimiento de culpa es un equipaje que pesa. Ocupa mucho. Incomoda. […] ¿Sabes quién es aún más potente que la persona más potente del mundo? Su asesor fiscal
                    Daniel Cuello, Mercedes [Nuevo nueve, 2021, p p.172-174.]

      CORONADA LA PANTOMEMIA, LA VACUNENDEMIAVAKUNA MATATA:
             VACUNACIÓN +IVA HASTA LA VACUNIDAD DE REBAÑO
          COMO MEDIO DE  IMPLANTACIÓN DE LA NUEVA VACUIDAD

“Quiero que te pongas la vacuna blanca
Quiero que te pongas la vacuna azul
Quiero que te pongas la recolorada
Quiero que te pongas la que sabes tú.”
Los Sabandeños [en paráfrasis de Los sabandijas]

   “[…] Dan cogió del incensario de Jezabel la marca de hierro que estaba calentándose desde el comienzo de la ceremonia y mandó a los circundantes que le mostrasen  el brazo derecho desnudo, y vio que todos tenían su cifra, menos los rabinos, a quienes él mismo imprimió el signo de su posesión.
   No lo conmovieron las humilladas llorosas caras de los viejos, y de nuevo calentó la marca, […]”   
Hugo Wast, Juana Tabor [p. 54.]

SÉ LO QUE HICISTÉIS EL ÚLTIMO VERANO

    “Mae.—Pero ¿qué pasa con la gente que no forma parte del Círculo? ¿Qué no quiere formar parte del tejido de la sociedad o, peor aún, que quiere acabar con dicho tejido? Quiero presentaros a SouSearch. […] Podemos asegurar que, sea quien sea [la amenaza probada para nuestra comunidad global], SouSearch lo localizará en menos de 20 minutos. Seleccionemos al fugitivo…”
James Ponsoldt, El Círculo [2017.]

   Se trataba, este pasado verano (que pasó a mejor vida a causa del cambio climático),  de vacunar al 70% de la población española a marchas forzadas, antes de que saltase la liebre de los efectos adversos (un millón de casos en Europa) o de su rechazo colectivo.  
   Asegurarse, pues, una mayoría, de simple (simplona) a cualificada y absolut(ist)a, en Estado clínico permanente, de presuntos implicados, involucrados, comprometidos por fas opor nefas(o por antifas), identificados con la vacuna, que una vez enganchados, y en calidad de juez y parte, hagan valer su condición imponiendo su estatus a la minoría cada vez más aislada por el “cordón sanitario”, pues para el ganado (para la Causa), ese ejemplar cautivo, captado, contactado, contaminado, negarla es ir contra sí mismo y, en consecuencia, la defenderá ¿a muerte? Y si el hierro de la  ganadería acarreara afectos adversos, el resentimiento —la envidia, el agravio comparativo, el ridículo...— hacia el insumiso (el desertor, el cimarrón), por parte del infectado, inoculado (o enculado, si la bajada de pantalones fue con PCr chino), se parapetaría en un rotundo rechazo a saber.
                 ¿LOS CLARINES DEL MIEDO O LA LEY DEL SILENCIO?

   «—“¿Pensar?... —dijo Leonid y señaló hacia el cielo, de donde más o menos debía venir la supuesta orden de pensar algo—. ¡Aquí la gente casi no piensa, Ramón! Pensar es un lujo que les está vedado a los supervivientes… Para escapar del miedo lo mejor siempre ha sido no pensar. […]”»
 Leonardo Padura, El hombre que amaba a los perros [Tusquets, 2009, p. 525.]

    “Ed Hutcheson.—Porque sin competencia no puede haber libertad de prensa. Y hablo acerca de libertad de empresa, Señoría. Del derecho del público a elegir sus ideas, noticias y opiniones. No las de un hombre, de un dirigente o, incluso, de un gobierno.”
Richard Brooks, El cuarto poder [1952.]

   «U. S. Bates.—“[…] yo digo que son mentiras, y lo son.”
     Eric Bates.—“Pero son verdad.”
     U.S.—“¿Verdad? La verdad no tiene que ver con la realidad. Hay que ver la realidad. En la realidad cualquiera de esas personas, con una ligera persuasión, dirán lo que yo quiera que digan. Porque yo soy la Realidad”. »
                Richard Donner, Su juguete preferido [1982.]

     El miedo, multiplicado por la propagandemia, y “la ley del silencio” impuesta por el “sindicato del crimen” de “los sobornados” de los miedos de contaminación de masas, y no ya a la disidencia, sino a cualquier debate médico-científico, compran la voluntad del ciudadano, y además gratis, cuando la 3ª fase experimentación debiera ser remunerada.
   Y sólo si te afectara gravemente, a ti o a tu familia (y no es seguro), con secuelas invalidantes o resultado de muerte (siempre atribuibles a otras patologías o a afecciones previas, complicadas por el cuerpo extraño inyectado sin prescripción facultativa), puesto que laboratorios, SS o aseguradoras privadas declinan cualquier responsabilidad), dejas de engañarte y sales a hacer proselitismo con la misma irracionalidad (o más aún: es la fe del renegado) con la que exigías vacunar al “negacionista”, sólo que ahora en contra.
    Y en función del azar, cebo o veneno, placebo o fármaco (prescito tan sólo para terapia génica avanzada y con consentimiento informado), serás un “transgénico” patentado por tal o cual laboratorio de la FarMAFIA o, (v)acuñado por la “marca” de la (co)Bestia (¿o Bestia & Co.?) pues no es producto natural, sino de creación industrial, con © legal registrado de tu genoma y el de tu descendencia (camada de cobayas criada en cautividad con la doble cadena de ADN, alienada por un al(gu)ienígena, ser/enser enajenado, con un código QR y, de regalo, el kit de tecnologías aplicadas al control (f)Arma-Tech) como está denunciando, amordazada por el bozal mediático, la Dra. Chinda Brandolino.
   [Nota sobrevenida desde el futuro: unos meses después la OMS decidirá recalificar el “campo” semántico con una redefinición ad hoc de vacuna a la medida de tal fármaco, en línea con la “resignificación” de la manipulación (con)genética (por sus cojenes) de conceptos como pandemia (por extensión geográfica de la propagación, en lugar de por su porcentaje de afectación) o inmunidad (convertida en sinónimo de la “vacunación”).]

BANDERILLA DE ENGANCHE DEL BOTIQUÍN DE LA SRTA. POMPIS
                                                             O
    PARA ESTE VIAJE NO NECESITABAS (NI) ALFORJAS (NI AL FORGES)
    Y, para colmo, pagar tal peaje no inmuniza contra el virus (pues si tenías anticuerpos, ahora ya tienes demasiados (que amenazan la inmunidad natural de los cuerpos, lo que desencadenará una “tormenta (perfecta) de citoquinas” tan auto-infectante como contagiosa para los invacunes, es decir sanos), ni le ahorra al vacuno “cronificado” el confinamiento, porque lo “retienen” con un(a) PCr de quita y pon —ese banderín (o banderilla) de enganche a la vacunovid-21, o del maletín (botiquín) de la Señorita Pompis, si se trata de un(a) PC(ch)r por la popa en pompa—, ese positivo fake alentado por la OMS para justificar la vacuna, y adiós al viaje…, tras haber hecho circular el bulo de que la vacunación iba a ser obligatoria para poder viajar. [Ítem más, en regiones democristianas más papistas que el Papa, como la Comunidad Autónoma Vasca, sin ir más lejos, queda prohibido compartir ascensor con adultos (con alto riesgo de denuncia por promiscuidad interregional) y/o menores desconocidos (ídem de denuncia por pedofilia).]

    PERO ¡OJO!: LA EXCEPCIÓN CONFIRMA… EL ESTADO DE EXCEPCIÓN

   “Todos mentimos, aun antes de las palabras. Por ejemplo: yo le digo mentiras y usted miente escuchándolas.”
                Juan Carlos Onetti, La muerte y la niña [Bruguera, 1986, p. 98.]

   Así que, ahora que te liberan del tapabocas (o barbijo) para el rodaje en exteriores, lo mejor será reciclarlo haciéndolo máscara de carnaval multiusos: bien subiéndolo hasta los ojos, a modo de venda u orejeras, o incluso, más arriba, como el embudo de los locos de los tebeos,  tontos de capirote que siguen disfrazados tras acabarse la mascarada.
    Y no te preocupes por las altas esferas, ni políticos, ni capitostes del Orden Nuevo o del alto estado mayor globalitario (ejecutivos ejecutores, títeres de la Big Tech,) porque ellos, que sólo utilizaban la mascarilla (marlasquilla, mejor, “quita, quita, marlasquita”) para la mascarada (durante el rodaje de la superproducción Potemkin) porque ya sabían que era inocua (mientras nos obligaban inicuos a llevarla a nosotros), ahora que se rueda el agit-spot, tampoco se vacunan (y menos, los maniquíes): ¿El pretendiente Sánchez? ¿La reinezuelaLetiCia? No pueden. No deben. Simplemente por el qué dirán: ¿a ver si es que los súbditos los vamos a tomar por tontos?  De eso ni hablar.  Se trata tan sólo de una toma… de rodaje… que se suprime después, cuando  el montaje…del copión final  
¿O es que alguien cree que el Ultracuerpo, Pedro “el Mentiroso” se va emponzoñar aún más de lo que está, cuando es “veneno amasao” (© Mota)? Papi Piernas Largas se cree a salvo tras el burladero de “la mentira tiene las patas muy cortas” (ajeno a la doblez del refranero que da la media cambiada con aquel “antes se coge al mentiroso que al cojo”).
Y lo que se meten son sólo dosis de ácido hialurónico, en público, en vivo y en directo. Pues ni les han hecho, ni les harán jamás, una PCR (Partido Comunista reconstituyente).

                                     APOCALIPSIS VS. APOCADOSIS
 (O
                QUIEN INVENTA EL VIRUS PATENTA EL ANTIVIRUS)

           «Tank. —“Respira, Neo. Sólo respira”.»
                 Lana y Lilly Wachowski, Matrix [1999.]

    Esto es una guerra, y biológica, invisible, de ladrones de cuerpos (o “ultracuerpos”), cuerpo a cuerpo, de cuerpo en cuerpo, calle a callé, casa por casa, librando una batalla  de inhumanos contra humanos, que hacen prisioneros, para reutilizarlos después bien resilienciados, transgénicos y trans-genéricos, trans-humanos zombis, licántropos azuzados contra las resistencia, hasta que llegue la orden de no hacer siquiera prisioneros.
    No una “guerra” como metáfora convencional, sino un ataque con armas bioquímicas de destrucción masiva en toda regla a la población mundial, por parte de  un complejo Big Tech, ese Gobierno privado Global in pectore, contra sus propios súbditos, a tenor de los últimos partes de los corresponsales de guerra empotrados entre sus filas, y que desde “Pentagonía”, a través de su servicio de mensajería DARPA (el corrupto Darpón vasco no era sino una mala imitación de bazar chino), llega al laboratorio de Wuhan y de allí, por escape o escapismo, a la mensajería del murciélago huésped y repartidor…
   Y en ese “¡Vacunadlos a todos. CoviDIOSsabrá reconocer a los suyos!”, resuena la voz inquisitorial de Arnaldo (homónimo y homólogo de otro familiar del (non) SanctoOfidio del  hachón y la sabandija del nazional-sozialismo pirenaico/piranoico, y hoy al frente del brazo secular del Mal) Amalric en la cruzada contra los herejes cátaros, o sea los “puros”, hoy llamados “purasangres”, bajo la acusación de conspiranoia apocalíptica, cuando lo único que los guía es la respiranoia o, abocados a la fuga, transpiranoia.  Así que, contra la plandemia del Apocalipsis, no hay mejor remedio que el Apocadosis. Y, al igual que según criterio paramédico, la humanidad no se divide en sanos y enfermos, sino en vacunados o NO, haciéndonos eco del dilema de Eco entre “apocalípticos” e “integrados” se antoja más idóneo parafrasearlo como apodícticos vs. desintegrados

                 EL ADVENIMIENTO DE LA III… VS. HABEAS MENTEM

     “La gente ya no se pone la tercera [dosis] porque con esta no dan nada. Con la primera, te daban la inmunidad. Con la segunda te daban el carnet para bares, restaurantes y tal, algo es algo. Pero con esta, ¿qué te dan? Si no hacen una oferta, la gente no pica.”(Oído en la peluquería.)

    Más aún cuando, finiquitada la covidemiacovírica o celtivírica (su variedad española)— queda inaugurada la vacundemia—de la vaca/el becerro de oro de Troya—del farmacovid(esta sí que cunde, hasta completar la cartilla de dosis de refuerzo en 2025), se promociona ahora, coincidiendo con la proverbial temporada de la gripe, la tercera…
¡Anda y que te pongan la tercera...! ¿La III República, por fin? Eso, la tercera… ¡dosis! Si es que, contra el creciente avasallamiento del Estado epidé((r)mico, como presagia ya la  “ley de seguridad covidiana” —que, a fin de ahorrarse también el enojoso decreto de estado de alarma, prevé la movilización de todos los mayores de edad y su incautación de bienes y servicios en caso de crisis o catástrofe nacional, sin especificar; entiéndase “en cualquier momento”, puesto que en “situación catastrófica” (del catastro a la catástrofe) tienen España los antisistema (inmunitario) de PSOEMOS—, no se reclama antes el HABEAS CORPUS (Nueva Visita a Un Mundo Feliz, Huxley)…y habeas MENTEM.
   Y así, 40 años después, el más que políticamente incorrecto “¡Suicídate o mata!” (Ilegales) bien pudiera reciclarse en el “¡Vacúnate o mata!” de la nueva ilegalidad que condena a la marginación el Hakunamatata! (‘¡Vive y sé feliz!’) de la Nueva Normalidad y que bien puede parafrasearse como“¡Bakunate mata!”(bis), “¡Bakotra te remata!” (tris).
   O, en versión retroviral: “1 globo, 2 globos, 3 globos,/la vacuna es el globalismo que se me escapó, […]/ la Tierra es el globo donde vivo yo” (paráfrasis de Gloria Fuertes).

                        NO ES POSITIVISMO, COVIDIOTA. ES POSITIVIDAD
    “¡Hay que ser positivo!”, decía cualquier vacuno, paladeando el bombón envenenado, alentando tras el burladero del embozo optimismo de replicante(s)de la propagandemia.
“Dar positivo”, querrás decir. “No, no”, replicaba el replicante, “¡Positivismo! ¿Querrás decir positividad, no? Porque, de ciencia empírica positivista, nada de nada, vacunada. “Positividad”: dícese del optimismo que genera una PCR positiva (idiopática, sin causa conocida), al sacar al covidiota(cuya  idiosincrasia no entiende otro idioma que su propio interés bajo la covidiosincracia) de la zona de incertidumbre y riesgo consustancial al estado saludable (quien irá negando el saludo al invacune a medida que se enquiste en su rechazo al PCChr), garantizándole que ya no se contagiará más y, que si sale de esta (que saldrá, al menos de esta, casi todos salen, covidiopáticos, o covidiópatas perdidos, pero salen), generará anticuerpos (o sea salimos más fuertes) y la inmunidad rebañiega.  
   Nota: como, también en la batalla del lenguaje, Plandemia gana otra victoria ¿pírrica? al poner la pica “covidiota” en  los  países bajos de la resistencia, se infiere que, al ceñir la idiotez sólo a la partecovid,  el todo de la idiocia lo asume en exclusiva el covidiano (o “covidicio”, que dice CovidRivas (Colin Rivas Chou), un anticuerpo antivacunólatra (para una mala vacuna, mejor un buen covid) y creador de Vacubrón (de FarmaMátrix).

                                   DAR SALUD O ¡AHÍ TE MUERAS!
   No parece casual que el deterioro de la salud de los individuos durante  la Plandemia haya venido aparejado al agravamiento de la salud social como efecto del aislamiento.
Y ese presunto riesgo para la salud ha redundado, se me antoja, en perjuicio del saludo.
Del enmascaramiento en una carnavalada permanente —que fue decayendo de mascarilla a nasobuco o tapabocas, y de ahí a barbijo, barboquejo, a moquero u orejera, de codera o rodillera, o de sujetador,  braguita, salvaslip, compresa o suspensorio, etc—, esa máscara, asumida como cámara de gas portátil tan tóxica como que devuelve al pulmón su anhídrido carbónico, no sólo ha sido asumida como complemento indispensable por buena parte de la población también en exteriores ( cundo en el “Ministerio de Exteriores” no la usaba nadie), ahora que no es obligatoria —y van cayendo casi todas las caretas—, sino que ha dejado en el individuo una impronta de incomunicación, de óvalo in expresivo, de agelastia y rictus antisocial y, en una sociedad de tradición católica y saludadora que hace ya décadas venía virando al hábito protestante del saludo contractual del tente mientras cobro, de mutismo, robotización, automatismo, de negarse el saludo.
Como si el presunto riesgo de la salud hubiera acentuado la avaricia por lo amenazado, pues no otra cosa que ‘desear salud’ es saludar, en sentido etimológico, culto y popular, de ‘dar salud’, de desearle a alguien que siga sano y salvo, como un saludador. Y negar el saludo es negarla, vale decir ¡Ahí te mueras!, y motivo en tiempos pasados de duelo, en sus dos sentidos: de desafío a defender el honor y de planto por el privado de salud.
   Se diría que ha calado el mensaje de que no hay salud para todos, porque sobra mucha gente en el globo y es natural que haya que arrojar lastre (siempre que no sea uno ni los suyos), que cada cual quiera agarrarse a la barquilla (y mejor en la nave de los locos que en la balsa de la Medusa) y que no estamos para derrochar salud, ni de palabra siquiera.  “El medio es el mensaje” dijo McLuhan, con publicitaria paronomasia. Ahora “el medio es el miedo”, anagrama puro y duro para hospedar en único monema al ARN mensajero sin salir del NOMbre. Y si Adán mata al mensajero, será expulsado del edén del ADéN.

DE RATONES Y HOMBRESVS. VICEVERSA
   Y entretanto, ni una sola voz en el Nuevo Orden Mundial, desde el ecologismo oficial, contra la vivisección en laboratorio y la experimentación con animales para las vacunas.
   Tal vez porque la diosa Madre Tierra exija sacrificios y sus oficiantes sean, en nombre de la Ciencia, tan darwinianos como la selección natural de las especies en la Evolución hacia la Luz—en la británica tradición del Dr. Huxley (Julian, el hermano de ciencias de Aldous, de la Sociedad Eugenésica de Londres a primer presidente de la UNESCO—. O más probablemente, porque el Origen de las Especies de vacunas chinas recién creadas preserva del maltrato inhumano a las cobayas, o los ratones de laboratorio, a cambio de someter a suplicio o tortura china a conejillos de Indias no inhumanos (o sea “seres humanos”), teniendo en cuenta (y a cuenta) el ínfimo valor de la vida humana en la República Popular China, tanto por cantidad como por calidad (en especial, la de millones de disidentes, amén de católicos, budistas o  practicantes de Falun Gong, donantes forzosos de órganos en vida), prisioneros “cultivados” en campos a merced del Capitalismo de Estado Socialista, que va transmutando el Comunismo en Feudalismo tecnocrático.
   Quizás porque el “demo(nio)cratismo” de las sociedades liberales occidentales es un lastre que handicapa (y, sobre todo, capa) la libre competencia frente al Totalitarismo, el monipodio de la Farmafiaultraliberal haya optado por acortar distancias, copiar sus métodos y experimentar los fármacos génicos en vivo y en directo en los consumidores como co(vid)bayas del encuentro en la 3º fase —y aún decía el ColetasRata que él “no era una rata”… ¡pues será el único que no era una rata de dos patas de laboratorio!—, y forzados cada vez con mayor acoso del estado a aceptar el control de la Biotecnología, en nombre del cambio climat(ér)ico de la Diosa Madre Tierra, del/(la)sostén(y-bilidad) de la ubre nutricia de la Pachamama de la religión global y de su puta madre, sin empacho alguno.

                DE 5 SEMANAS EN GLOBOA(LISMO) 55 AÑOS EN BEIJING
   Donde las dan las toman. Así, un siglo después de la épica derrota de la revolución de los boxers contra el imperialismo occidental en el “gigante asiático”, tal como evocara la epopeya cinematográfica 55 días en Pekín (Nicholas Ray, 1963), la emperatriz China se toma la revancha e invade de tecnología a la “Alianza de las Ocho Naciones” (¿G8?).
   Tras 5 meses y medio de panda(e)mia, se “aprueba” en 5 semanas una “vacuna” aún nonata, pero con todas las de la ley y su virus atenuado y todo, como los viales de licor de lagarto de los chinos [Regreso del futuro: ¿y qué fue de ella?], mientras se “autorizaban” otras, prematuras, experimentales, creadas 5 años y medio atrás—“año arriba, año abajo para no pillarnos los dedos” (Tiempo después, de J. L. Cuerda), para darle salida en “las afueras” del Edificio Representativo, remedo castizo en 9177 de la “reserva salvaje” del Mundo Feliz—; en fin, con bastante antelación a la propagación del virus como para llevar a cabo su inmediata propagandación, y 55 años de “documentos clasificados” como secreto de Estado, en el caso de Pfiaizer, para redactar el prospecto… sin “pillarnos los dedos”. Y luego, si te he visto, no me acuerdo, pues no haberte vacunado, y las reclamaciones, al maestro armero, ¡allá penas cuidaos! Y después de mí, el diluvio.

                        ¿LO QUE VA DE 222 A 666O TIEMPO DESPUÉS?
                                DE LA VIRUELA A LA COVIDUELA

   “La crisis permanente justifica el control permanente de todos y todo por los organismos del gobierno central. Y la crisis permanente es lo que tenemos que esperar en un mundo en el que el exceso de población produzca un estado de cosas conforme al que se haga casi inevitable la dictadura bajo el auspicio comunista.”
AldousHuxley, “Exceso de población”, en Nueva visita a Un Mundo Feliz [BB.AA., Sudamericana, 1975, p. 21.]

   “Tiempo después, parece ser que (aunque yo no puedo asegurarlo) se desmoronó el Edificio Representativo. Surgieron entonces, por causas naturales, pequeñas poblaciones de supervivientes, entre ellas España y Albacete Capital, en las que ya se vivió muy bien. Es decir, sus habitantes comían cuatro veces al día, incluida merienda, y vivían bajo techado para no tener frío en invierno ni calor en verano. También dormían la siesta, hablaban entre ellos sobre muchísimas cosas y se relacionaban sexualmente con frecuencia y con mucho gusto. Se querían. Parece ser que no conocían la muerte. Todo era gratis, Menos la luz.”
                           José Luis Cuerda, Tiempo después [2018]

   222 años —“año arriba o abajo, que no queremos pillarnos los dedos”, diría José Luis Cuerda al datar en 9177 la acción de Tiempo después (2018)—, han pasado ya desde la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna a cargo del Dr. Francisco Javier Balmis, en la que sobresale la enfermera Isabel Zendal (a quien emula Isabel Díaz Ayuso) y a cuya peripecia dedicó Almudena de Arteaga la novela Ángeles custodios, adaptada al cine (o, mejor, telefilme, miniserie o docudrama) por Miguel Bardem como 22 ángeles (2016).

   «Dr. Balmis—“Esa falsa vacuna que lleva el Dr. Ibáñez, la que Vd. les vendió, ¿cómo cree que la recibirán en Ultramar cuando vean que no tiene efecto?”»
Miguel Bardem, 22 ángeles [2016]

    «Encuentran viales etiquetados como “viruela” en instalaciones de los Laboratorios Merck (Filadelfia, EE.UU).»      La Tribuna del País Vasco [18/11/2021.]

   Qué abismo entre aquella expedición filantrópica (18003-1806), sufragada por el rey Carlos IV de Borbón para llevar la “verdadera” vacuna antivariólica a las colonias de la Corona (a despecho del oscurantismo crematístico-religioso del Tradicionalismo) y esta vacunación forzosa de la colonia de Vieja España, dos siglos después, bajo la corona de un vástago del emboscado genealógico de aquél, Felipe VI, virrey del Gobierno globalitario S.L. mediante unas “falsas” vacunas anti-“gripe amarilla” al servicio de los intereses financieros de los pseudo-filántropos, esa logia de illuminati de Luzbel (¡Luz es saluz!) del “capitalismo inclusivo” y obligatorio (¿o “socialismo corporativo”?), con esos objetivos espurios de la religión luciferina, cientifoidea  y lucinfernaldel Orden Nuevo.
   De los 22 huérfanos convertidos en reservorio de anticuerpos (¿angelitos de Dios?) de la vacuna de la viruela —directamente del pezón de la vaca a la mano que mece la cuna, como la leche de los bien nacidos, sin pasteurizar ni leches— para su travesía de la mar océano, a unos 666 fetos abortados, antes (o después) del parto en virtud de la eutanasia infantil o infanticidio institucional —si es que no han sido destinados a pasto del canibalismo pederasta y depredador de tales plutócratas (ángeles en mis cojones, angelitos al cielo— para integrarse como ingrediente (¿de leche?) secreto en vacunas contra una coviduela tan incógnita como sus efectos adversos (y pastoreadas en ganado (humano) vacuno en NOMbre de la teoría del contagio de Pasteur vs. Claude Bernard), virulento cóctel de material génico (proteína espiga, partículas de grafeno y genoma de especies animales en grotesco microcosmos de reinos animal, vegetal mineral) en pos del transhumanismo, bajo la férula del favorito y valido de turno, el Godoy del último Borbón, PP Viruelas Sa(tá)nchez(escapado ya el Rata de(l) laboratorio (de ocurrencias) de Pandemos, ese thinktank de Tik-Toketeo, tiqui-taca, kit-kat, ñaca-ñaca, trinque y taca-taca).

CRÓNICA DE UNA MUERTEATENUADA
   O
EL DUELO DE LA TOS

 “Llegó a notar el 36 que la tos del 32 le acompañaba como una hermana que vela; parecía toser para acompañarle. […] La enfermedad la había hecho salir [a “la mujer del 32”] de aquel asilo; le habían dado bastante dinero para poder andar algún tiempo sola por el mundo, de fonda en fonda; pero la habían alejado de sus discípulas. Naturalmente. Se temía el contagio. […] Esperaba locamente encontrar alguna ciudad o aldea en que la gente amase a los desconocidos enfermos. […] La tos del 36 le dio lástima y le inspiró simpatía. Conoció pronto que era trágica también. “Estamos cantando un dúo”, pensó; […]”
Leopoldo Alas, Clarín, “El dúo de la tos”, Doña Berta y otros relatos [Salvat, 1969, pp. 134-135.]

   “Muerte atenuada” se denomina esa criba eugenésica planificada que mediante la vacunación (de facto) obligatoria (dizque que) atenúa (que no inmuniza, ni garantiza falta de contagio) el efecto de la (mal llamada) “pandemia”, de forma dosificada, en las sucesivas inoculaciones de un escarnecedor carnet vacunatorio (que tampoco asegura la ciudadanía preferencial) con fecha de caducidad, masacre secuenciada de muerte aplazada.
    Aunque la Fase Covid, que vino para quedarse (y no sin antes haber dejado inefables aportaciones viralingüísticas, desde el “enfermo asintomático? a la “covid persistente!), se da por amortizada —pues las nuevas variantes no parecen ser, según las últimas filtraciones de investigadores independientes (de un hilo), sino mutaciones generadas por las vacunas—, había que mantener vivo el covid  —con respiración asistida (o con respirador, incluso, o sea muerte segura por sobre-oxigenación para una afección circulatoria, por sobredosis de ozono en la (o)zona respiratoria), mientras llegaba la gripe con los refuerzos —ya vendrá PAC con la rebaja, y la neumonía con la revancha, a desquitarse pues, cargando la estadística en la covid, sólo le facturaron media docena de muertos—,
y agitar el espantajo (in)mediático del virus (expertos teleñecos), para sumar “ingresos” —pues a los de los pacientes se suman los ingresos económicos que recibe el centro por cada ingreso por covid—, mediante los que  el sistema sanitario se cura en Salud —se pone la venda y se vende—, pues se trata de venderse y vendarse para la Fase Vacuna.
  Y, nuevamente, sin reparar en gastos, porque volverán a ganarse el voto de confianza del personal sanitario, “héroes civicovidde antaño, covillanos hogaño”, por un módico precio, con una oferta tan tentadora como la posibilidad de disfrutar de una baja laboral de regaliz, a demanda y a domicilio, por positivo en covidcio, jugando a la PCR: a ver a quíén le meten el palito más largo, a quién le sale la pajita más corta…—cuando no es indefinida tras haber caído en covid profundo, ómicronomicronificado “persistente”—, desertando del trabajo, al servicio y a la cuenta del endeudamiento globalitario perpetuo. Con el plus añadido de la superioridad moral del victimismo y la autoridad que suma el conocimiento de causa por haberlo vivido en ¡primera persona!: y te lo digo yo, que he pasado el covid. ¡Y a mí no me tose nadie!, con que se lanza el guante (profiláctico) en el “duelo de la tos” (parafraseando el memorable “dúo de la tos” del cuento de Clarín), síntoma del catarro estacional convertido en delator del covid y reprimido por la propaganda antitusiva que lo identifica (sinécdoque de la parte por el todo) como el estigma
EPIdérmico, social, del contagiado, cuando no, en su foro interno, como “antivacunas”.
   Y eso, si es que la avanzadilla de la Fase Vacuna no había tomado ya, desde el otoño anterior, las residencias de ancianos, diezmadas en la campaña covid, mediante la labor  de zapa de la vacuna de la gripe, con óxido de grafeno en traje de camuflaje anti-gripal, en todos aquellos centros geriátricos (el 90% de ellos) en cuyos inmediaciones e han ido instalando en los últimos años (y en la mayoría de los casos, nunca mejor dicho) antenas de tecnología 5G que transmitieran sus microondas lesivas por el conductor de grafeno, como demuestra el Dr. Sevillano desde su observatorio científico de La quinta columna.
   De hecho parece ya demostrado que la mortandad provocada hace por la “gripe española” se cebó masivamente sobre los vacunados expuestos a las ondas de la emergente  tecnología de la radio-difusión, de igual modo que, un siglo después, la irradiación posterior de ondas 5G activa la neurotecnología de las vacunas contra la “gripe de Wuhan”.

   “Andrés Vilar.—Lo que nosotros pretendemos no es destruir el sistema… Es obligarlo a que asuma sus responsabilidades. […] No queríamos irnos con la amargura interior de ver cómo el sistema desprecia a los viejos. /¡Nos considera prescindibles, culpables de la quiebra de las pensiones y las coberturas por no morirnos a tiempo!”
Miguelanxo Prado, “Instrucciones de uso”, Presas fáciles [Norma, 2016, pp. 81-82.]

     Si con esto y lo que hemos visto (que para muchos fue la paz de Cristo), la gentucilla (digámoslo así;  ni ciudadanía, pues va perdiendo su condición, ni población, cada vez más despoblada), no espabila, es que como el rey Favila, tiene el oso encima. O dentro.

                                        DE FASE COVID…
                         “(Estribillo)
      Pedro, Pedro,
      El Gran Conserje Pedro,
amigo de soldados y banqueros.”
León Felipe, Las coplas del Gran conserje Pedro[Nueva antología rota, Finisterre, 1974, p. 131.]

    “Annie.—Piden perdón, pero nunca permiso. Deben desaparecer. Han violado cientos de leyes. Me obligaron a alterar miles de normativas.
Mae.—Tiene que haber alguna forma.
Annie.—¿De qué? ¿De detener a los malos?
Mae.—Pues sí.”
        James Ponsoldt, El Círculo [2017]

      “Son los poetas malditos.
       Aparecen estos poetas cuando hay que condenar al Gran conserje Pedro, con toda su procesión de mascarones, cuando ya no queda nada firme bajo los pies del hombre…”
          León Felipe, El poeta maldito[Nueva antología rota, p. 121.]

    Recién asaltados los cielos por un gobierno de farsantes, descuideros, matones y patanes, el mismo biorólogo que había supervisado (durante el pusilánime gobierno de aquel misterio Mariano y la niña Santa María) una epidemia mucho más ben/ébola(fallida tentativa de plandemia que no prendió), restó importancia a un Sars-Cov-2 inofensivo, pero escoltado por el estado mayor del ejército y el post-it ILLA y la postilla revILLA,  que mutó en Exterminator un 8 de Marzo mientras el mujerío se daba a la cuchipandemia y la coalición gubernamental a la pandillemia —Pantaleón, a la pansexualidad y Mataleón, al pánico— y, a partir de ahí, el manual de la “Ceremonia de la confusión” globalitariaal pie de la letra, dePe(dro) a Pa(blo), y sancionada por ilegales decretos reales merced a la falta de competencias (¿o la “incompetencia”?) de una Corona(virus). Y así, Pedro I de Castilla (¿(S)ancha es Castilla?), Periquete el Inoculador y decretadorpresipotenciario del reino de las Españas en alto, y Pablenin Rasputín el Exterminador, tan globalistos ellos, proclaman la impunidad de su grupo en nombre de la inmunidad del rebaño, para ir debilitando el sistema inmunitario de la constitución del cuerpo legal de un estado de derecho en impunitario estado clínico permanente, confinan, multan y cantan las cuarentenas —con encierros, restricciones y abusos de autoridad, conculcación de derechos e inconstitucionalidad—, amordazando a los perros de  pre(n)sa —mientras andan como “Perro por su casa” los sindicatos (sicariatos, mejor dicho) de (1ª) clase— o embozan a la población frente a un enemigo invisible, el Maligno (cuya existencia es artículo de fe de una secta satánica) que trata de entrar en nosotros por tierra, mar y aire (sobre todo por el aire: no respirar), que no por el tacto (la tentación, contacto: no tocar), sino por aspersión de la saliva (absorta secreción bucal: no besar), con neopuritanismo laico y represor, compulsivo y paranoico, al tiempo que echan a rodar la bola (de nieve) de las especulaciones sobre mortandad y, entre dimes y diretes y doble contabilidad, y a medida que disparan las sospechas de la ocultación de datos, juegan al rigor estadístico, rebajando las cifras para inflar, en realidad,  unas estadísticas que se habían apropiado de cualquier muerte “con” covid, y PCR “positivo” a discreción, o complicación posterior. Bajo el control de tecnócratas —y la tecnocracia del Desarrollismo sesentero eran unos ejercicios espirituales, un retiro del “mundanal ruïdo”, comparada con la Big Tech de esta Tercera Globalización—, los tecno-ratas de laboratorio del progreso técnico o el progresismo te(le)ológico, que imponen el dogma de la fe en La Ciencia: Cree(cie)ncia sin debate científico, o Cre(ci)encia, que proporciona beneficios con creces. Y todo ello, con una exigencia de adhesión a la verdad oficial del régimen sin resquicio para la duda, la sospecha, no digamos disidencia, exorcizadas por el Vade retro facha negacionista”.
   “Estado de excepción” por decreto  con el colaboracionismo de cualquiera estamento con responsabilidad pública, desde “El Premiao”—y si el emérito Juan Carlos I era un bocas, Felipe VI, el (barb)hijo, es un tapabocas— hasta el último mindundi que debe el cargo a la corrupción abonada en año y medio por la Siniestra, y la gente… la primera: mesnada balconazi de la primera hora, “porque de noche todas las camisas son pardas”.   

REGRESO ¿O REGRESIÓN? AL FUTURO
   “La OMS, el Departamento de Seguridad Nacional y el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos devienen en la película [Contagio (2011), de Steven Soderbergh] los símbolos de la respuesta clásica a una epidemia. Lenta, pero efectiva. Su símbolo principal es la doctora AllyHextall, que consigue crear la vacuna, […]. A ellos se contrapone el personaje que encarna JudeLaw, Krumwiede, que simboliza la intoxicación y la viralidad. Se trata de un bloguero que alienta las teorías de la conspiración desde su página web, TruthSerumNow. […] Mientras la pandemia se expande víricamente, la viralidad de  Krumwiede crece en paralelo. Alienta el consumo de un remedio homeopático. Cuando lo detienen por alimentar las noticias falsas, sus doce millones de seguidores abonan el dinero que las autoridades le reclaman como fianza. No muere, al final, aunque sea lo que deseamos los espectadores. Al contrario: sobrevive hasta hoy y está más vivo que nunca [28 de diciembre de 2019]”, leeré dentro de unos meses (parafraseando al autor) enLo viral, de Jorge Carrión [Barcelona, Galaxia Gutenberg, julio de 2020, pp. 43-44].
    El código binario bien/mal, que coge con pinzas Carrión cada vez que va a sucumbir al dualismo y sobre el que se estructuraba Contagio más de diez años atrás, “sobrevive hasta hoy y está más vivo que nunca”, remata el autor, en su condena (a muerte, por lo visto) actualizada de los desinformadores de webes de fakenewes que denuncian el contagioglobalitario combinado de las armas biológicas y la Farmafia (que ha puesto cordón sanitario al “clorito”, la homeopatía y demás antídotos naturales y accesibles), respaldando la gestión genocida de la OMS de TedrosAdhanom, la (di)versión oficial de Anthony Fauci y qué decir del conspirador Departamento de Seguridad Nacional USA, por no hablar de las actividades del Servicio de Inteligencia del Pentágono (DARPA).
   Cuando relea esa entrada unos meses después, pongamos que en primavera de 2022, probablemente piense que no sólo Carrión, tan despierto como parece, estaba narcoléptico hace un par de años, sino que, diez años atrás, Soderbergh  había prefigurado desde la ficción la respuesta socialmente corregida, censoria, canceladora, de desautorización de la futura disidencia del discurso oficial de la plandemiaglobalitaria. Puesese Contagiose da por contacto de la propagandemia—o cloroforminformación masiva, y contra el cloroformismo,¡hidroxicloroquina!—, y más allá de codazos, geles e hidromieles, por medio de los gérmenes patógenos (cualquiera da positivo en una PCR, según los ciclos) en las muestras de saliva de la lengua a la yema del Índice hasta el papel impreso, en los centro cívicos y foros hosteleros, esas hemerotecas colectivistas que fidelizan al adicto a la sustancia tóxica, envenenándolo con tinta china, tal como les ocurría a los incautos en aquel tratado de la risa (y el olvido) de la biblioteca de El Nombre de la Rosa. Y eso por no hablar de cualquier sistema de desinformación audiovisual de última (de)generación: en las comunidades amish, donde no hay televisión, no se detectó un solo caso de covid.

                                      …A (DES)FASE VACUNA
                                              (CONFABULARIO)

             FÁBULA DEL CISNE NEGRO Y EL ELEFANTE BLANCO

   “Tuércele el cuello al cisne”.
Enrique González Martínez [1911]

   «OswaldCobblepot (El hombre Pingüino)—“Un efecto publicitario: se acabó el calentamiento. Empieza el enfriamiento. Convertiré la tierra en una nevera”.
    Max Sherck.—“Le necesito, Oswald. Le necesito ahora. Yo seré el mayor parasol que jamás haya visto”.»
              Tim Burton, Batman vuelve [1992]

   «Carlito.—“Este sitio era un lago, hace algunos años. Antes de que empezarse los años sin nubes. Ya no llueve por aquí y la otra parte del mundo está devastada por las inundaciones tóxicas. Y es solo el principio, dicen.”
     Mercedes.—“Sí, sí, todo eso ya me lo sé. No me hables del clima, tengo cosas más urgentes de las que ocuparme.”»
Daniel Cuello, Mercedes [p.170.]

     «Astra —“¿Tecnología verde? ¿Ecológica? Ya, verde que te cagas.
       […]
       Astra —Pillé a un avión sobrevolando la zona b y rociando mierda. Me traje una muestra. 
       Gabrielle —¿Químicos haciéndose pasar por ecologistas? Investiga, a ver cómo son de verdes en realidad”.»
Ann Nocenti y David Aja, Semillas [Astiberri, 2021, pp. 64 y 85.]

   Volaron los cisnes negros de la crisis y en la caja de Pandemia quedó, como un gato de Schrödinger, la esperanza (esa virtud teologal alentada por el laicismo globalista) en la venida del cisne blanco de la vacuna, cual parusía del Mesías, de la Mensajería más bien, de  la fe en la calentología, neorreligión de la climatología ecológica cuyo clímax fue el anticlimático enfriamiento de estos últimos años y frente a la cual, la menor apostasía será acusada de provocar el “efecto mariposa” que desencadene la ira de las diosas de la naturaleza y el omnipresente “cambio climático”. De hecho, y en el habla común, el “calentamiento” consiste en que, cada vez que a los SOSpechoSOSSOStienen que el mundo se está enfriando, los calientan de lo lindo —poco importa que, tras inocularse la vacuna, caigan fulminados, insostenibles, porque su falta de SOStenibilidad se atribuirá al cambio climático: de frío en invierno, a calor en verano—. Llegó, pues, el cisne blanco y lo que parecía el patito feo resultó ser elefante blanco, una manada, o rebaño ganado para la Causa, por la senda de los elefantes hacia el cementerio de los…vacunantes.

   «Gregorio XI.—En una semana puedes pasar de ser Mercedes la diosa a Mercedes la cabrona. ¿Qué impresión daría Gregorio XI, el Papa del cambio, si te ofreciera asilo?
Mercedes.—¡Pero son todo cosas que se saben desde hace años, a la gente se la suda!
Gregorio XI.—No después de lo que pasó ayer./ Y el sobornito de miles de millones al consejo internacional para tapar aquel negocio sucio en el sureste asiático… Se va a saber de dónde proviene, Mercy.
Mercedes.—¿A qué coño viene el sudeste ahora?
Gregorio XI.—¿Y el agua? Aquellas capas freáticas están peor que las cloacas de Fukushima. ¿Novecientos millones de emigrantes, Mercedes? No es una tontería que se olvida así como así… Yo qué sé… Como una mala partida al Monopoly.
Mercedes.—¡No tengo por qué rendirte cuentas de mi estrategia de mercado! ¡Si usase Lumisol aquí, las camas y las paredes brillarían más que la basílica de San Pedro cuando se incendió!”.»
Daniel Cuello, Mercedes [pp. 35-36.]

              CUENTO DE LA COCHINILLA DE LA CEPA DE LA COVID
   Y el totum revolutum de la promoción comercial, del mercadillo de Aldea Global, de la feria del ganado (vacuno), del buhonero que vende el remedio milagroso contra una plaga de la cepa de la vid que no es sino la coCHINillAde la Covid, ¡nos ha jeringao!, y el comisario (o comisionista) español, su chico de los recados, o el correveidile o primo del cuñao de la PSOE,  haciendo el pedido de vacunas (de “la mejor que haiga” a la que toque o la que quede) a ojo de buen cubero, a bulto, contando con los dedos y según %.
Pandemia, la panacea, y los trileros, descuideros y logreros, de la panace(c)a a la Meca.   

   Y se vuelve al Pueblo con lo que sobraba, este Don Julai de PACotilla, desplumado y con una mano delante y otra detrás, entre el fuego cruzado de  los hombres-anuncio de la campaña publicitaria y la guerra propagandística, a la vez  que propagadora (y sobre todo, pro-pagadora), de  captación capciosa de la clientela (tela, con la tela por delante) y el acoso al cliente, digo al “paciente”, como en las promociones de telefonía, y la farmafiosa competencia desleal entre los laboratorios farmacéuticos:: la primera de prueba gratis, pauta cómplex 2 a precio de una, fidelización al Laboratorio, pack familiar infantil para los peques de la casa o para adolescentes, con vacutattoo—algunas con nanopartículas, como se va sabiendo, de grafeno, o vete a saber, con su magnetismo, que atraen la cubertería, ¡qué chuli!, ¡qué diver!, como en el realismo mágico, aunque transmiten la grafenosis —como la grafiosis arbórea, pero en humanos—, o material génico de abortos en sazón, recién salidos de la invacunadora, ¡hala!, ¡de lo que se come se cría!, o de malgénico, de  a saber qué otras especies, ¡de chimpancé, fijo!, o nanocriatura de  Frankenstein, microrréplica del macrogobierno del macróMr.microChips, app instalada—. 
[Y sirva de ejemplo el nepotismo, cipotismo más bien, del (In)justin de la Prov. de Alberta, Núñez Tridóo, que faena en los 7 mares con la flota vacunerade PharmaMAR.]

           ESTA VACUNA ESTÁ QUE TE CAES, DIVINA DE LA MUERTE

   «Manuel Godoy [al Dr. Francisco Javier Balmis].—“Los comerciantes ven en la vacuna un gran negocio al que no piensan renunciar y tenemos que adelantarnos”.»
Miguel Bardem, 22 ángeles [2016]

       AVISO: “Las autoridades sanitarias advierten de que la vacuna anticovid puede ser perjudicial para su salud…”
(Grafenito callejero)

   Pero con orden, y (Nuevo) Orden, con campañas de penetración y mercadotecnia del abracadabra de unas corporacionesfarmacéuticas que, con los inoculados aún corpore insepulto —y genio y figura hasta la vacunadura— trazan sus estrategias vacunatorias:
le echan primero a la morralla la calderilla, de iniciación, de batalla, las más baratujas (o baratijas), de garrafón, matarratas (de laboratorio), Selastrazeneca (o Sacamanteca), la Janssen (Hasél) y Gretel(¿Greta (te) Thunberg?) —que son virus (¿son?) atenuados, patos mareados, células durmientes— y a esperar. Aquí, sin ir más lejos, la AstraZeneca era incuestionable hasta que el % de trombosis empieza a ser alarmante y ahora se paraliza. Comprobados esos efectos secundarios (que no estaban testados, pues no estabanexperimentado aún en personas), se paraliza la inoculación de la mal llamada "vacuna". La prensa (arruinada y reflotada mediante subvención/soborno) recibe (El)la Orden de  "desinformar", ahora en contra de AstraAzteca (¿acaso por los sacrificios humanos del calendario solar?). Por no hablar de otros mercados fuera de nuestra órbita—Sputnik, la moscovita o moscovid, esPutin, la versión experimental Rasputnik, o las bolas chinas—.
                ¿VACUNANOTECNOLOGÍA O VACUNA/NO/TECNOLOGÍA?
   Y, luego ya, si eso, tras los restos de tienta, cuando las retiren a los corrales, amortizados los ensayos, detrás de los teloneros, entonces sí salen “las buenas”, que se hacen esperar pero vale la pena, en la siguiente fase de la guerra entre las farmacéuticas y los intereses de sus comerciales en cada estado: la Modelna, tan nuestra (¿o no había apoquinado España por adelantao para la Modelna?), y su hermana mayor, la Farisáicer (la Faszier o Ekaizer, tanto monta), las de ARN Mensajería —que son las “buenas” pero, si no, igual da, la que sea, la Janssen, que está de promoción y hay que darle salida, y lo importante es acostumbrarse al pinchazo, cronificar la dependencia (ya saldrán luego los efectos retardados porque, a fin de cuentas, la pinche vacunas no es una vacuna)—.  De ARN, que están que te caes, ya te digo, divinas de la muerte (atenuada, pero mortal  de nece(si)dad), y menudo viaje, hay que dosificarlas porque enganchan, crean adicción, puro covidcio—ya las pillara Sid (co)Vidcius—: una sobredosis y al cajón. Y por eso no se hacen responsables los laboratorios, ni los médicos, ni el estado, porque la ciudadanía es libre de consumir sustancias legales en los fumaderos del vacunódromo, pero por su cuenta y rie(s)go, y se lavan las manos (con gel hidroalcohólico) ante la covidtivade las covídtimas, porque la covid acecha, fuera del horario de restricción, para covidagiar, en especial, a esos covidicas que no disponen del pase sanitario, pasaporte cívico o civicovid (yahí sí que se ceban), y cargarle el muerto a la vacudemia —o vacunemia de esta covidtadura, que dicen esos negacionistas que “hacen la vida imposible a la ciudadanía responsable de su salud” (decía doMínguez Pose) y espigan, herborizan las reacciones adversas, que si miocarditis, ictus o cáncerrepentino, alteraciones menstruales (porque nos van a hacer un hijo de madera), hasta trastornos psiquiátricos: autismo provocado (neurológico) o inducido (sociológico), según venga del frente  biológico o la cultural, en pacientes inmunodeprimidos, o deprimidos sin más, por un@simpunodeprimentes.
   Y mientras, el gobierno no sólo se la impone sin reparos a “los que no les da la gana”, sino que la exporta en un ejercicio de injerencia (¿o injertencia?) sanitaria, solidaria e internacionalista, que los “fachas” de la cáscara amarga motejan de tercer(in)mundista.
   Así, que sea esta Izmierda impresentable la encargada de hacer el trabajo sucio en Ex- paña garantiza el "tragacionismo" de más de medio país—si lo hacen los nuestros, malo no será; y si no, es que eres un facha negacionista), sea por disciplina de partido u obediencia debida, sea por clientelismo, apesebramiento o servidumbre, sea en fin por ceguera ideológica, resentimiento, alienación, ilusión, candor o sencillamente“por joder”. 
Y eso que no hacen sino "gestionar" la pandemia —reconoce, ¡ahora!, Simón que nos encerraron en cuarentena porque no se les ocurrió otra cosa ¡y no pasa nada!—a la vez que evisceran el sistema democrático, con la cooperación necesaria de bandas depredadoras de la periferia (¡Pandemistasdel mundo, uníos") y harkasdel exterior importadas por Interior —¿o qué hacen, si no,a día de hoy y en progresión ascendente, 20.000 marroquíes, hechos y derechos, varones bien alimentados y mejor pertrechados, acantonados en Canarias, cuando nosotros NO PODEMOS ni salir del municipio?—.Porque si, tras endeudarnos de por vida y asolar el país, además gobernaran, esto sería el acabóse. 

                ¿NEGACIONISMO? NO, GRACIAS. RENEGACIONISMO.

 «David Irving.—“La palabra “negacionista” es especialmente malévola para la víctima escogida. Es como si me llamaran “maltratador” o “pedófilo”. Basta que te pongan esa etiqueta  para que el etiquetado sea señalado como un paria, un marginado para el resto de la sociedad. Es una estrella amarilla verbal”.»
Mick Jackson, Negación [2016].   

   Así que, aborrecido de tanto borrego de esta ignominia hipnotizado por la ignorancia y con la inmunidad innata que da no ser vacunado, me llaman negacionista. Porque a cualquiera que no dé incondicionalmente el sí al NOMs, vale decir a la nOMS, dude o pregunte, sospeche, debata o contraargumente y, más aún, si rechaza “estos” fármacos experimentales (aunque no se cuestione esas vacunas que vienen desde hace decenios abonando el campo de cultivo), en antítesis de ingeniería léxica que da “afirmacionista” (como bien pudiera espetarle Evaristo (Páramos) a RistoMejide, que se pasa de listo), se le cuelga el sambenito de “negacionista”, que rima con “terraplanista” (y, ya puestos, con tarifaplanista, encefalogramaplanista, y todo seguido hasta agotar la lista). ¿Negacionista, yo? Ca. ¡Renegacionista! ¿Pero antivacunas, sí? Todavía no. Todo se andará.

   ARRANCAR EL NUEVO ORDEN(ADOR) MUNDIAL  O LAS MALAS CEPAS

   «Cap. Fisby.—“[…] Las máquinas han sido siempre mis más mortales enemigos. Yo, yo no creo que sean objetos inanimados, no, no. Al contrario, tienen un alma llena de malicia y mala voluntad”.»
Daniel Mann, La casa de té de la luna de agosto [1956]

 «Winston.—“¿Seguro que no quieres un ordenador en tu casa?
    Don.—Nooo…
    Winston.—Me parece rarísimo. Un hombre que ha hecho toda su fortuna con los ordenadores y no quiere uno en su casa”.»
JimJarmusch, Flores rotas [2005]

«Bill Oakland —“Si los luditas hubiesen seguido luchando, ahora todos seríamos más felices. Se va a enterar esta porquería…
   Ella—[…] Becca, ¿qué ha pasado?
Becca —Le enseñaba cómo funcionaba la app gps y ha empezado a gritar y a decir que la tecnología nos hace menos humanos…”»
Michael Mailer, La lectora (2017)      

  «Lola —“Cuando me quitaron el móvil, fue como si me amputaran la mano.
Race —Los dedos ya no se te crispan.
Lola —Aún siento su influjo. Tira de mí, como si llevara puesta una correa. Como si fuera su perro”.»
Ann Nocenti y David Aja, Semillas [p. 53.]

   Y en este reNAZImiento del Orden Nuevo del Gran Reinazio, “arranca” la vacunación erradicando gradualmente a buena parte de la población (es decir ‘sacándole la vida de raíz’), o sea arrancándosela. No es de extrañar que tal verbo se emplee asimismo para la acción de poner en marcha un motor, encender un ordenador, u otro reinicio maquinal…
   La Covid no descansa, y a un ser (un ente, un constructo) de material génico inánime hay que enfrentarle un antídoto proteínico que dé el mensaje sin que mate al mensajero y proceder, siguiendo el plan sistemático e implacable de la plandemia, o sea según el riesgo (de rechazo) por franja de edad y sector laboral hasta ir peinando a todo el censo.
   Así, tras ir rastrillando los sectores profesionales de colaboracionismo imprescindible —esbirros de Seguridad del Estado y función pública, casta médica de Sanidad y fratría  adoctrinadora de Educación, bastiones de cualquier poder colectivizador (como hace ya  40 años, con la neolenguabatúa, el nazional-globalismo en la región vascongada)—, se fue rebajando el listón hasta las franjas fronterizas, por arriba o por abajo, con la actual mayoría de edad, que al no implicar el menor riesgo necesitaban de campaña específica.
  En vísperas de vacaciones, pues, empezó a trabajarsea la adolescencia, metiéndola en el redil bajo pena de obsolescencia programada en previsión de celebraciones de fin de curso, botellones, movilidad social y demás pretextos de interés público para clavársela.
Así, surgió de la noche a la mañana, la cepa DELTA, diseñada especialmente para jóvenes españoles no vacunados, con preferencia por la franja de edad entre los 20 y 30 años — quodvacunamdumerat, ¡caramba, ¡qué coinsidensia!—. Aunque, al parecer, no para menas y post-menas del Estrecho, sin control sanitario alguno al saltar la verja o en su acogida al tocar puerto, con inmunidad de grupo promiscuo ¿e impunidad de manada?
Acaso porque a las harkas de varones talluditos se les exima del efecto magnético de la vacunidadgratuita universal por venir de suyo imantados, magnetizados por el imam y deba priorizarse el pack completo para inocular en los nacionales imamtación islámica.

“Hombres, mujeres, viejos, niños, todos los habitantes de Sirsa, se habían marcado esa noche, en la mano o en la frente, la señal del Anticristo. Flotaba en el aire un pesado olor a carne quemada, y sentíase el lloro de los niños, incapaces de comprender y de aceptar la tortura.”
Hugo Wast, 666 [Homo Legens, 2005, p. 256.]   

   Y las vacaciones se convirtieron en el punto de reunión del “¡Dejad que los niños se  acerquen a la vacunovid!”, el disparo de salida de la cacería del menor, de la pederastia globalista por violación subcutánea, de “la cruzada de los niños” por la fe en la Ciencia, de la inoculación al por mayor o al minorista (o menorero) —con los padres alcahuetes dando a torcer el brazo incorrupto de sus hijos hecho un acerico, un muñeco de vudú— y, en fin,  la “vacacunación” (o peaje y chantaje de la vacación condicionada a la vacunación), el derecho reducido a un permiso, a fin de poder incrementar el % de acuñados con la cuña y el cuño de la vacuna, “rebañar” pacientes vacuñados para tan forzosa como inalcanzable inmunidad de rebaño que hagan la pinza, acorralen, estrechen el círculo, metan presión, con su cordón sanitario a la impune inmunidad de manada de los invacunes…, porque ellos lo valen, y provocando la confrontación civil entre los agilipollados de Al Vacune y los agilizados intocables invacunes; entre vacunos monitorizados o cabestros monitoreados por el monosabio, y purasangres que se crecen en el castigo, desmonetarizados escapados  —de la manada, maverickessin vacuna, como vacas sin cencerro—, acosados, rejoneados por picadores o pastoreados a cantazos de honda por no seguir en la onda del rebaño, chapándolos o chapándoles traíllas de perros de pastor.
  ¿Y queda, a pesar de todo, “una juventud sana” (como se decía cuando entonces, en el nacional-catolicismo) que quiera seguir estándolo, y se niega a esa vacuna que, como a la “santa infancia”, la envenena, la envenene o, si me apuras un poco más, la enveneno?

   «Moisés.—“He sonsacado información al guardia que traía los sacos del arroz. Al parecer, perdió a una hija de viruela pocos días después de haber sido vacunada”.»
Miguel Bardem, 22 ángeles [2016]

   Y mientras, a la población se le permite “disfrutar  de sus bien merecidas vacaciones”,  “vacaciones covid” de verano, para poder acusarla luego de haber sido traviesa y castigarla, otra vez, el próximo curso sin salir, con cuarentena o restricción o lo que esté ya prescrito/preescrito en la Agenda 20/30, o Veinte Treinta —como dice la gente urgente, encriptadamente, o sea “de 2020 a 2030”—, que ha resultado ser el certificado sanitario.  Y a esa gente, que le pone hablar de la vacuna, de si te la ponen, de si no te la ponen, de si cuándo te la van a poner…, en los bares, en el trabajo, por la calle, y es que les pone.  Pues que les pongan la mía, hay que ser solidario. Y si les quedaban dos telediarios, que  les inyecten el tercero en vena. Y que les vayan (covi)dando… el pasaporte, o el viático.
Porque no será tan fiero el león como lo pintan —“Pero ¿hubo alguna vez once mil covídgenes?, por parafrasear a Jardiel Poncela—, o hay gato encerrado (como en las cifras de ocupación de UCIs, por debajo de lo habitual otros años por epidemias estacionales), cuando los ambulatorios de atención primaria siguen cerrados como durante la Plandemia, acaso para derivar a centros hospitalarios el caudal de pacientes recalificables “con covid”, prepararles la emPCRrona, facturarlos por Covid… o que se jodan, o se mueran —“Y si no se le quitan ingresando los dolores a la tabernera, y si no se le quitan inoculándola, déjala que se joda y se muera”, que diría hoy la jota, políticamente corregida—.
  [Así que vacúnate también por teléfono, o por e-mail, en 3d, a distancia… No colapses los hospitales. Cede el paso a los covidbajoscovacunados, que tienen mucho más riesgo de contagio para sí y/o para otro que los invacunes sanos, con sobredosis de anticuerpos (con anticuerpos como Lastra, Ábalos y otro ceporros de la cePaSOE, es peor el remedo que la enfermedad) y tormenta inferpectade citoquinas, ¡la gota que desborda el vaso!]

   «[José Joaquín Vicente de Iturrigaray y Aróstegui, Virrey de la Nueva España].—"[…] ¿Estará Vd. de acuerdo conmigo, Dr…”
   [Dr. Balmis]—“Balmis.”
   [Virrey de la Nueva España].—“…Dr. Balmis, en que la mejor organización política es la que depende del gobernante al que se le han otorgado los poderes y que carece de sentido que se nombre a otra persona para gobernar al gobernante? Adonde quiero llegar, mi querido Dr., es a que si nos dejaran gobernarnos, otro gallo cantaría. Por eso alabo la idea de que la expedición delegue en cada territorio cómo ha de administrarse la vacuna…”
   [Dr. Balmis].—“Quiero advertir a todos los presentes que han sido inoculados con una vacuna que no tiene ningún efecto. Una vacuna que se estropea es un engaño.”
   [Dr. Ibáñez].—“Deje de calumniarme. No voy a tolerar más insultos.”
  [Isabel Zendal].—“Perdonen mi intromisión, caballero. Me gustaría hacer una pregunta al Dr. Ibáñez, si puede ser. ¿Cómo es posible que la gente inoculada por la vacuna que se guarda en cristales vuelva a contraer la enfermedad?”
     [Dr. Balmis].—“Ibáñez, ha ido Vd. por ahí vendiendo la falsa vacuna. Es Vd. un estafador.”
    [Dr. Ibáñez].—“Yo no he vendido nada. Ha sido el Virrey quien ha decidido dónde, cómo y a quién vender la vacuna.”
    [Dr. Balmis].—“Bueno, ya está bien. ¿Pretende Vd. seguir ejerciendo una profesión a la que ha faltado en lo más sagrado de su código ético?”
    [Virrey].—“Está bien. Mañana mismo la población empezará a ser vacunada. Y los gastos correrán a cargo del estado”.» 
Miguel Bardem, 22 ángeles [2016]

   A medida que las sucesivas dosis de las diferentes vacunas (lo último es combinarlas, que da más colocón) van haciendo estragos —“tumba aquí, tumba allá, vacúnate, vacúnate”, contrahaciendo aquel Mecano de 1982 con este nano-mecano calamocano— y se carga su “debe al “haber” de Covid, covidjándolos bajo el paraguas de la pandemia—, a fin de apremiar a los rezagados, perezosos, remolones, remisos, renuentes, reactivos o a quienes se plantan ante la tercera porque esto es un no parar, por si fuera poco —“que el ritmo no pare”, aunque te dé una algoretmia—, se anticipan los virreyezuelos conservadores autonómicos a exigir el certificado sanitario—con Kikuyu a la cabeza, seguido por Stalinucocantabrón—, avanzadilla de la cédula de identidad globalitaria (que englobará el (juancarlos) monedero digital con crédito social, amén de historial médico, consumos de recursos naturales y actividad social) para el tecno-control de la población mundial en cautividad —“cautivos del mal”, engatusados por la producción de tamaña mendazina—  y único objetivo de la vacunovid, que sigue empujándola al  abismo pasando por encima de sus cadáveres —desde gagás a gogó hasta gu-gú, pasando por guiñi-guiñis—.

   «Donald Trump dice que se podría tratar a los pacientes con una inyección de lejía y […] JoeBiden ha fijado en su cuenta su tuit más viral de las últimas semanas: “Nunca pensé que diría esto, pero por favor no bebáis lejía” (350.000 retuits y un millón y medio de likes a mediados de mayo).»
 Jorge Carrión, Lo viral [p. 158.]

   “El desastre de Annual” del ejército español (hace ahora exactamente un siglo) a manos de las harkas del virulento Abd El-Kovid, fue un juego de niños comparado con los efectos colaterales de la vacunación anual, mensual, semanal, diaria—o telediaria—, a medida que aumenta el margen de riesgo autolítico girando en el tambor de ese revólver
de la inoculación, juntos pero no revueltos, trato o truco, veneno o placebo, de fogueo o como (plan) cebo, inocuo o inicuo, solución salina o (di)solución final, sin posibilidad de marcha atrás, de apear(se d)el tratamiento CoVd., ni capear la sumisión a Vd. & Co., mientras nuevas cepas de Moroccovid, mutaciones del Sars-CoV-Rif tan resistentes que ignoran la vacunación, se propaganno ya por el aire, sino por el agua, desde el norte de África patrocinadas por este gobierno cipayolpara su injertación por ingenéticasocial en una vacada nacional abocada a elegir entre ser un bebelejías o contraer la legionella.

                       SIC/ARIOS (SIC) O HUMILLANTES Y OFENDIDITOS

   “Mae.—¿Por qué no requerir que los ciudadanos en edad de votar tengan una cuenta del Círculo? […] Vale, sé que la reacción inicial será oponerse. Bueno, ¿cómo podemos obligar a alguien a utilizar nuestros servicios? Pero ya hay un montón de cosas obligatorias para los ciudadanos…
   Bailey.—Tenemos que pagar impuestos que no queremos, y tenemos que pagar nuestra seguridad social, y formar parte de jurados…
Mae.—Cierto. Y hacer pis en los baños, en vez de en la calle. […] Bueno, tenemos cientos de leyes, exigimos que los ciudadanos hagan cientos, ¿pero no les obligamos a votar’ Ya lo están haciendo en muchos países pero, con la tecnología que tenemos nosotros, los usuarios ya estarían registrados. Y eso significa que tendríamos 241 millones de votantes que tendrían que votar. Tendríamos la voluntad de toda la nación.
   Bailey.—Pero, Mae, ¿qué hay de los rezagados?
Mae.—Todos pagamos impuestos. ¿Y el 80% no lo hicimos por internet el año pasado?  ¿Por qué no dejar de duplicar servicios’ ¿Por qué no hacer que todo forme parte de un sistema unificado’ Podríamos pagar nuestros impuestos, votar, pagar las multas de tráfico, todo a través de nuestra cuenta del Círculo. Ahorraríamos a los usuarios cientos de horas de inconveniencias y al gobierno, millones…
    Bailey.—Cientos de miles de millones.
    Tom Stenton.—Podríamos eliminar la mitad de la noche a la mañana.
AnnieAllerton.—El gobierno podría desarrollar un sistema similar. ¿Por qué nos necesita?
Mae.—Costaría demasiado. No tienen experiencia y nosotros ya tenemos la infraestructura.
    Bailey.—Tienes toda la razón.
Stenton.—El gobierno nos necesita más que nosotros a ellos.
Mae.—Imaginaos tener toda la voluntad de la gente instantáneamente. Tendríamos una democracia real, por primera vez en la historia de la Humanidad.”
James Ponsoldt, El círculo [2017.]

ReNAZIficación, por parte de un gobierno sic/ario (sic) en nombre de una superioridad sanitaria según la cual no está “sano” quien goce de buena salud, sino quien mantenga al día su pasaporte sanitARIO, solidARIO y globalitARIO, con todas las actualizaciones del programa de vacuna-basura de la papelera de reciclaje. Y como prueba del criptobjetivo de tal documento, basta ver que mientras se plantea en la UE la conveniencia de derogar las decisiones sobre derechos humanos emanadas del “Juicio de Nuremberg” —del Aullido de Gingsberg al Metaverso de Zuckerberg, por encima del cadáver de la “farsa” de Nuremberg—, se incriminará por “nazismo” de quien vea “nazismo” en dicho proceder.
El automatismo de proyección en el otro de la intención propia no deja lugar a dudas… 
   Y unos truhanes, inmorales sin escrúpulos, subvencionados (o sobornados, tanto da),  le prohíben a uno defender una idea en nombre del “derecho al honor” —me ofende lo que dice y no voy a permitir que siga hablando hasta que no retire sus palabras y pida perdón a toda la audiencia—, “haciéndosele la autocrítica”, en virtud del “ofendidismo”, que los convierte, parodiando al “maestro de Petersburgo”, en humillantes y ofendiditos.

     LOS AGENTES (DE MATRIX), EL (SUJETO) PACIENTE Y EN VOZ PASIVA
   ¿Cuál será la reacción del sujeto paciente (pasivo, pastueño, afectado por la “vacuna”) una vez que el fraude masivo de la presunta vacunación contra una epidemia provocada de con/secuencias (cinematográficas) hasta el momento incalculables sea evidente?, se preguntaba uno hasta hace unos meses: ¿qué hará la gente cuando se sepa, si se llegara a saberlo, que la han engañado, que están (kafkianamente) procesados (El proceso) por la computadora Alpha 60 de Alphaville (1965), la distopía del maoísta Jean-LucGodard?
Nada. Nada, del verbo nada. Porque, en ese “laberinto mágico y español” —pero no en el exterior, “ese lugar hecho para perderse” (que diría Borges), sino en ese otro interior del caracol, dédalo mental de circunvoluciones del cerebro en que uno nace perdido—, ya se habrá previsto el argumentario para blanquear el ridículo a costa de quien lo ha denunciado, proyectando en la acusación idéntica intención a la del hecho consumado.

                 ¿DEL PAÍS DE LOS VASCOS O DEL ASCO A LA LIBERTAD?

«Dr. Balmis [a Mons. Arizmendi].—“Dudo que esa vacuna a la que Vd. se refiere sea efectiva”.»
            Miguel Bardem, 22 ángeles [2016]

  “Bideananaiaerortzenbazaik,
Lepoanhartutasegiaurrera.”
      [Si en el camino cae un hermano,
échatelo al hombro y sigue adelante.]
               Telesforo Monzon

     “El pasaporte, como se le viene llamando, el pasaporte verde... es decir, como le queráis llamar… el certificado QR… Esto es una medida con FINES exclusivamente cívicos, NO SANITARIOS… insisto, NO ES UN TEMA SANITARIO… es un tema cívico… NO TIENE NADA QUE VER CON LA SALUD.”
    José Luis Quintas, Viceconsejero de Salud del Gobierno Vasco (en EuskalIrratia)  

   Y no. Basta ver la indiferencia/desconocimiento/autocensura con que la llamada “opinión pública” ha acogido la declaración/confesión/reconocimiento en Radio Euskadi de que ¡“el pasaporte verde”! “No tiene nada que ver con la salud, es un tema cívico” (sic), del cínico J. L. Quintas, viceconsejero de (¡)Sanidad(?) del Gobierno Vasco y “médico experto en ética”, antes de reclamar al Tribunal Supremo de la imperial España lo que le deniega su tribunal (sin que les duelan prendas, ni a uno ni a otro, en sacrificar su soberanía en aras de un gobierno imperialista, transnacional, como la ONU, que impone el cumplimiento de tales medidas), para comprobar que da lo mismo (Igual/dá, I. Montero dixit). A la puta cara. Y para Navidad, el cuerpo de voluntarios de la Hostelería (el 90% de cuyos establecimientos va a ser arruinado por esta 3ª glaciación del Globalitarismo)
a ejercer de celadores parapoliciales exigiendo un “pasaporte (in)sanitario” e infringiendo la ley de protección de privacidad de datos para escatimarte el derecho de admisión. 
   Poco importa que,sin ir más lejos y con la garantía de ser de aquí, Jon A. Etxebarria, hasta ahora decano del Colegio de Biólogos del País Vasco y "apestado" por disidente del "relato" oficial, haya denunciado el abuso de la PCR, la vacunación obligatoria y la activación por razones espurias del pasaporte. (Y yendo más lejos, en defensa del derecho frente a la vacunación obligatoria en Israel, "las 31 razones del rabino Weissman".) Y, mientras la 3ª, la que se avecina es la 4ª dosis, como ya previene La quinta columna.

                         ¿EL MIEDO PÁN(DEM)ICO ES (EL ÚNICO) LIBRE?
   ¿El miedo es libre? Quiá. Más bien, inducido. ¿Y la verdad nos hará libres o liebres?
¿Encefalitis provocada  por la “vacuna”? ¿Inhibidor de la sinapsis? ¿Microelectroshock?
¡Metabolización del miedo! ¡Miedo al Dr. Muerte y Dr. Fakestein (2x1)? ¿Autoengaño?    
  Niño en la corte del Flipe desnudo (su traje invisible parece haberlo invisibilizado como un prestigitador (de Prestigey desprestigio), aprendiz de brujo, magufomacguffin), enseguida me delato, por ingenuo, no por listo (si lo fuera, me estaría callado, invisible, de perfil, como el resto), porque los listos son los demás, que no se engañan, sino que le hacen creer a un inocente que lo hacen y ese es el auténtico engaño. ¿Que es de tontos? Tontos que se hacen los tontos. ¿Que hay que estar locos? Locos que se hacen los locos. ¿Don Quijote y  Sancho? Don Pijote Sánchez, ex-caballero del tablón Redondo que tira el bolaño (bola de piedra proyectil de la bombarda) y esconde la mano: Sánchez Pánzer. Síntesis grotesca de una goyesca nano-pelea a garrotazos, ahí radica su poder: el miedo.    
                                 ¿DESIDERATUM  O ULTIMATUM?

   “Esta es tu última oportunidad. Depende de esto, no hay vuelta atrás. Toma la píldora azul: el cuento termina, despiertas en tu cama y creerás lo que quieras creer. Toma la píldora roja: permanecerás en el país de las maravillas y te mostraré hasta dónde llega la madriguera de los conejos. Recuerda, todo lo que te estoy ofreciendo es la verdad, nada más.”
Hn@sWachowski, Matrix [1999]

     “Elija la píldora roja.”
                        Raúl González Zorrilla [Editorial del  primer nº de Naves en Llamas, San Sebastián, 2018.] 

   Así, pues, sapereaude (‘atrévete a pensar’). Y a respirar para oxigenar el cerebro. Sin mascarilla, a cara descubierta,  no hay nada que ocultar. Sal a la descubierta, sin retener el miedo inducido a la vida y a lo Otro tras la barda de tela que proyecta sombras en la platónica caverna de tu cavidad craneana [o en el teatro bélico ucraniano].

LA (TRAS)MANO QUE (ESTRE)MECE  LA (VA)CUNA
                                                          Y
               ¿EL NEGACIONISMO DE LA OMS O LA NEGACIOMS?

Glosa para mí, Coleto
                                                                           (o paráfrasis para mi coleto).

     “Eamon Bailey.—Creo firmemente en la perfectibilidad  del ser humano. Cuando alcanzamos nuestra mejor versión, las posibilidades son infinitas. No hay ningún problema que no podamos resolver: podemos curar enfermedades, y podemos erradicar el hambre, y… Sin secretos, sin el acaparamiento del conocimiento y la información, por fin podemos concienciarnos de nuestro potencial. […]”

     “FUSIONAR AL GOBIERNO CON EL CÍRCULO: TIRANÍA CORPORATIVA”

      “Mitch.—La ONU se beneficiaría de nuestro trabajo. Sólo si se escucha a todo el mundo. A todos los humanos del planeta.

      “PARECE EL PRÓLOGO DE UNA PELI DE DESASTRES”
  James Ponsoldt, El Círculo [2017]

   “Virus sin aislar (siguiendo las funestas y discutibilísimas premisas de los protocolos de Koch), purificar y, posteriormente, sin secuenciar. Múltiples instituciones, de todo tipo y condición, incluido nuestro aciago gobierno español, más de lo mismo: NO han podido en ningún momento DEMOSTRAR CIENTÍFICAMENTE la existencia de este nuevo coronavirus que dicen que causa la fantasmática covid-19.
   Lo tantas veces dicho. La OMS, servil lacaya de Gates y FARMAFIA, admite que tampoco ellos tienen la secuenciación del virus Sars-Cov-2 […] En un documento del ¡¡¡8 de enero de 2021!!!, lo consabido, claves puntos 3.5 y 3.6: la secuenciación que se estaba utilizando se había hecho a través de un programa informático  que, lógicamente, ofrece un resultado virtual, y no REAL.”
Luys Coleto, “La OMS (Organización Mafiosa contra la Salud) reconoce que no existe el SARS-CoV-2” [El Correo de España, 24 de octubre de 2021.]

     Cuando la mayoría de la población mundial está ya inoculada por una mal llamada vacuna contra el presunto virus de una falseada pandemia, la Organización Mundial de la Salud niega la mayor y revela con un año de retraso su impostura y el reconocimiento pleno del NEGACIONISMOglobalitario. El adanistaTedrosAdhamon, negacionista.
   Lo intentaron hace un decenio (el decenio absolutista, en clave española) con la gripe aviar (la del pollo, la polla o el (cementerio de) Polloe, en clave vascongada) y no coló.
Ahora, inasequibles al desaliento (expiración por asfixia de un falso virus respiratorio), nos han colado (Colau, en clave catalana) la mundial (global, globulista y bobalitaria).
   Y toda esa población española (junto con la argentina, la más vacuna, ovina y, en el híbrido transgénico, más bovina, en su sumisión a la impunidad de rebaño de la grey), cómplice de la covid, colaboracionista de la anticovid y contagiada de covidalitarismo, que no venga ahora a preguntarnos a los negacionistasinsolidarios y estúpidos bebelejías, cómo lo sabíamos, porque hace dos años que era un secreto a voces en la Resistencia a partir de declaraciones del caso Gatesgatey portavoces de LaCienciafarmafiosa.
   El español de a pie, tan servil cuando el amo lo golpea con la izquierda, es lo que hay, acudirá al estoicismo narcótico de “las reclamaciones al maestro armero” (cuando en la práctica “las vacunas las carga el diablo”), incapaz de pedir cuentas a la enfermera (o el enfermador) que le pinchó, al matasanos (o La Cienciamédica) que lo autorizó, al político (o la política insalubre, cuya ubre ordeña aquel) que lo ordenó, avasallando los derechos de los individuos (e individuas) por “obediencia debida” (debida… al interés por seguir en el machito, o en la hembrilla), desde el politicastro profesional del despachito al último mono que, por fin, ¡vaya chollo! (¿qué chollo para merecer esto?) ha pillao un contrato sólo para citar pacientes (que pa(de)cen: todo por el pasto, todo por la pasta) en el dispensario del vacunódromo de concentración (que las listas (y los listos) corren que da gusto y esto va que chuta).Y en su día, en la Causa General que se siga por genocidio mundial, en la audiencia provincial de la Sección Española (negociado frente-populista), confesará, entre lágrimas de cocodrilo, que no sabía nada de lo que ocurría en boxes, ni de que ciertas dosis no eran solo placebo, que su trabajo era citar, sin preguntar, sin más.
   En definitiva, si la pandemia viral era virtual, la virtuosa vacuna no es sino “soldad@ universal” que lucha contra un enemigo invisible en virtud del virtuosismo servil de los sicarios del Gobierno Privado Global, el Serial Killer que juega  en la consola del Gran Ordenador (del Nuevo Orden) a neutralizar a los comecocos y a matar marcianos (aquí, murcianos), excedente humano, plaga del planeta verde, en el videojuego Agenda 2030.

EL PATIO DE MI CASA ES PARTICULAR…

         HACER ACTO DE PRESENCIAVS. BRILLAR POR SU AUSENCIA

   “En cualquier caso, aún era libre.
  K. —¡Enséñenme su identificación y la orden de detención!
Willem.—¡Por todos los cielos1 Probablemente seamos sus mejores amigos… ¡y mira cómo nos provoca!
    […]
Willem.—Nuestras autoridades no acechan la culpa. Es la culpa la que las atrae, y luego nos mandan a nosotros a lidiar con ella. Así es la ley.  ¿Cómo va a tratarse de un error?
K.—¡Yo no conozco esa ley!
Willem.—Pues mal que hace.
K.—Solo existe en sus cabezas.
    El otro guardián.—¿Te lo puedes creer, Willem? No conoce ni la ley y aún se cree inocente.
   […]
   Inspector.—…Nosotros nos vamos. Puede ir al banco si quiere.
K.—¿Al banco? Creía que estaba detenido.
   Inspector.—¿Y qué tendrá que ver eso con ir a trabajar, o hacer su vida normal?
K.—Así que lo de estar detenido no es muy serio.
    Inspector.—¿Quién ha dicho que lo fuera?”
David ZaneMairowitz y Chantal Montellier, El proceso [adap. al cómic de la novela de F. Kafka, Sinsentido, 2011, pp. 12, 13 y 17.]

“El jurista, en las democracias, no es un experto en leyes, sino en funcionarios.”
Nicolás Gómez Dávila, Breviario de escolios [Atalanta, 2018, p. 136.].

     “Y yo le grité: ¿De modo que ustedes defienden a criminales y ladrones y no a una persona decente con derechos?”
Armonía Somers, Sólo los elefantes encuentran mandrágora [Península, 1988, p. 304.]

    Defensor de la “dación en pago”, cuya consecución tanto incomodó a la Banca en la crisis, y juez justiciero fundador de ACODAP (Asociación en contra de la Corrupción y en Defensa de la Acción Pública), que ha denunciado a la ministro de Defensa Margarita Robles por evasión de capitales, inhabilitado para el ejercicio del cargo durante veinte años y 34 meses de prisión por el TSJCLM (a varios de cuyos miembros denunció por prevaricación, corrupción y cohecho), Fernando Presencia Crespo está a punto de ingresar en prisión por impago de la multa eximente de cárcel a la que no puede hacer frente.
   La colecta, a escote entre quienes honran su victoria jurídica y su labor anticorrupción,  se presenta como la única forma de evitar que su pena de prisión sea efectiva de manera “presencial”, agravio comparativo con tanto delincuente convicto y/o con condena firme que parece cumplir su pena on line (onlike, mejor), sin más pena que gloria en Twitter.
   Y, parafraseando al juglar del matasanos argentino, pudiera decirse “Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia/ de tu querida presencia, consecuente juez Presencia”. 

   “Capellán de la prisión.—¡LA INTERPRETACIÓN CORRECTA DE UN ASUNTO Y LA INTERPRETACIÓN EQUIVOCADA NO SON EXCLUYENTES ENTRE SÍ!”
         David ZaneMairowitz y Chantal Montellier, El proceso [p. 108.]

                                                             666

   “Quien tiene inteligencia calcule el número de la Bestia; porque es número de hombre y el número de ella es 666.”
                           Juan de Patmos, Libro de la Revelación (o Apocalipsis)

     “Ese número era el símbolo del Anticristo, que una moda (estúpida, al parecer, y, en el fondo, diabólica) había difundido entre las gentes snobs.”
Hugo Wast, Juana Tabor [p. 42.]

   “—¿Qué naciones significan esas bestias?
    —No son naciones: son las cuatro doctrinas máximas que al fin del mundo se aliarán para combatir al Infame.
—¿Cuáles son?
     —Judaísmo, islamismo, paganismo y racionalismo o, como se le llama ahora, liberalismo. Ésta última es la bestia de los diez cuernos, porque ha engendrado diez errores, y el undécimo, que acabará con los otros diez y luchará contra el Infame, frente a frente.
—¿Cuál es?
     —La más tenebrosa maquinación que hayan podido inventar los hombres, bajo la inspiración inmediata del diablo, para ir preparando las vías del Anticristo…El racionalismo, que yo engendré, a su vez engendró el ateísmo, del cual ha nacido la postrera religión de este mundo: el satanismo…”
Hugo Wast, Juana Tabor [pp. 31-32.]

      Mohamed 6º (guarismo arábigo), La Sexta (con todas las letras) y… Felipe VI.

                  VILLACÍS, LA BLANCA QUE TENÍA EL ALMA NEGRA

   “Porque todas las desgracias parecían provenir de las izquierdas, de las derechas, según el lado hacia donde esos ojos versátiles se posasen, y no hablar de los del centro pues éstos eran siempre de media visión.”
Armonía Somers, Sólo los elefantes encuentran mandrágora [p. 316.]

   Ahora que el CIS se permite la gentileza de asignarle a Inés Arrimadas un escaño de consolación, amenazando con dejar fuera del foco (de rayos uva) a otras liberaloides, se destapa Begoña VillaCÍS, con toda su mala uva, contra la derecha y la derecha extrema, marcando territorio en la Villa (que es lo suyo) y Corte (al alcalde Almeida) de Madrid.
La criada que sale respondona, diría el castizo. E intrigante, y enredadora: una villana.
   En fin, una vice con Meghanlomanía (más de Meghan Markle que de Gloria Lomana), “la blanca que tenía el alma negra”, esa villacís(co), a medio camino entre Demi Moore  y la vice norteamericana por (su) excelencia, la que mece la mecedora del yayoeBiden, Kamala Harris, ¿la negra que tenía el alma blanca? Ni es negra, ni tiene el alma blanca, sino color arcoíris, tornasol, según del color con que se mira; y de negra, cuarterona de leche manchada, con unas gotitas de melanina, y más cerca de Melania Trump que de la negra Tomasa. Porque, para negra, lo que se dice negra, morocha, cetrina, aceitunada, la vicepresidente municipal de la Villa, pero con peor potra en el CIS que Kamala Harris.

PELICULEROS

“(el progresista, para un ideólogo soviético, es el augusto a quien de buena gana el clown abofetearía hasta morir tras ser utilizado para sus fines especulativos.)”
José Antonio Martínez Climent, Un lugar sagrado donde cazar [Éride, 2021, p. 126.]

   ¿Es noticia que el progresistón (malos pelos, peores pulgas) y peliculero (voz, y qué voz, con que los motejaba Fernán Gómez en El viaje a ninguna parte) Almondongóvar ¿o es Amenudóbar? haya sido preterido, en esas preselecciones (mal llamadas nominaciones) a los Óscares, ante la candidatura del recién huérfano Javier [Encinas]Bardem?
   ¡Donde esté un miembro del Comisariado Político que ha hecho de su militancia “demócrata” una profesión, que se quite un izquierdista, “enfermo infantil” de narcisismo!

                                         DEL COMERCIO MENORISTA

   “Hasta que un día sorprendí a Horacio y a Dorita bañándose con las niñas. Horacio estaba empalmado y les enseñaba su cosa a las niñas como si fuese un juguete más entre los muchos juguetes que había en la bañera.”
Luis Landero, Lluvia fina [Tusquets, 2021, p, 255.]

   El descubrimiento de yacimientos (o filones) de explotación de menores tutelados por algunas regiones autónomas, en particular en las islas Baleares (demasiados casos aislados bajo custodia del gobierno de Francín(ic)a Armongol) o Valencia (con prevalencia de depre/dadores vinculados a la Oltraizquierda del compromíso igualitario e inclusivo) y la consiguiente zarabanda de mentises, encubrimientos, nuevos hallazgos y cortinas de humo mediáticas, saca a la luz un negocio viejo como el mundo y que, transversal en lo político, reviste en la gestión (o digestión) tras la siesta del fauno, cuando se trata de la Izquierda, que a sus alharacas de integridad ética suman su compulsividad normativista ciertas peculiaridades que constituyen, sólo en apariencia, contradicciones en términos.
   Resulta paradójico que una Izquierda que se llena la boca con la defensa y protección de  “menores no acompañados” use y abuse de su derecho de acogida para “cogérselos”. Salvo que se trate precisamente de crearse unas granjas de (pseudo)huérfanos de Alá o de menores enajenados de la patria potestad de acá para el menudeo minorista (al detall) o  al por mayor, para subvenir a las necesidades corporativas, socializando la corrupción de menores de forma que de ocio minoritario selectivo pase a ser menoreo mayoritario, pues qué mejor que criaderos púb(l)icos de menas a pedir de boca de sátiros y ménades.

                …A LA EXPLOTACIÓNDEL MENOR AL POR MAYOR

   “Seleccioné mis clientes entre los observadores de la ONU, mandos de la OTAN, miembros del séquito papal y altos representantes de organizaciones no gubernamentales. […] Una noche, al término de un servicio, cierto cliente, al que llamaremos Cristóbal de la hoz, me dijo que tenía un grupo de amigos muy poderosos, con mucha mano en la cosa caritativa, que estarían encantados de poderme ayudar. Me dijo cuánto dinero podría obtener en subvenciones de la OTAN, de la Unión Europea y del Papa; sin contar la millonaria calderilla que se comprometían a obtener de los presupuestos españoles, a cambio, para empezar, de un huerfanito al mes. […] Los niños se nos morían, recuérdalo, y apenas teníamos dinero. El que ganaba con mis servicios sólo cubría el gasto de comida. […] Sólo te diré que llegamos sin dificultad  a un acuerdo económico que garantizaba no simplemente nuestra supervivencia, sino el crecimiento de nuestro orfanato. […] Escogía el huerfanito mensual al azar con el propósito de partir mi responsabilidad con la fortuna. Nunca volvíamos a verlos. Mejor así. Suponía que escapaban después de las vejaciones.” 
              Antonio Orejudo Utrilla, Ventajas de viajar en tren [Alfaguara, 2000, pp. 25-27.]

  Todo ello, mientras se “normalizan” tales conductas desde el ordenamiento legal, sin ir más lejos, de esa carta a (las reinonas magas) de “los derechos de la infancia” que sirva en bandeja, negro sobre blanco y con adiestramiento (o sexoadictamiento) en la escuela púb(l)ica gratuita, la perita en dulce, melocotón mondado de caperucit@sroj@s/coj@s) al lobby feroz pedófilo y globalista que llama a la puerta desde la Unión Europederasta, tras los pasos de la “Isla de las tentaciones” de los amos del Gobierno privado Mundial.
   Indudablemente, cada ser humano es un mundo, un individuo único e irrepetible y hay corruptores de menores y corruptoras de mayores; no es lo mismo el “(des)concierto en la menor” de Lolita de Nabokov (eludamos la obviedad) que la Tocata y fuga de Lolita de Drove, por citar dos dolores diferentes; ni coacción contra un@ menor impúber que con/sentimiento de muchach@s de entre 16 y 18 años; ni la pederastia que la pedofilia.
   Pero que incluso la Comisión Europea del ramo no haya podido hacer oídos sordos y anuncie una investigación, a partir de denuncias, testigos y pruebas concluyentes, pone de manifiesto la existencia de presuntos delitos flagrantes, aunque el fuego cruzado entre UE y ejecutivo balear, se salde con víctimas colaterales baleadas por el fuego amigo. Si es que la propia Comisión no viene también de vacaciones en crucero por las islas de las tentaciones, y vacantes sus miembros, bacantes y faunos y toda su fauna de sátiros.

                 PEDIR COTUFAS EN EL GOLFO O PELILLOS A LA MAR

   “—Dinero. Ésa es la única verdad, Cristóbal. Yo soy un profesional de la economía de mercado y he sido adiestrado para extraer el máximo beneficio de la materia prima. Como sé que en el fondo eres morboso, te diré que aunque la filmación de la muerte genera más beneficios que la prostitución y el chantaje, nada es comparable al precio que pagan las farmacias por las vísceras infantiles. […]”
 Antonio Orejudo Utrilla, Ventajas de viajar en tren [p. 31.]

  En último extremo y tras el ¡agua (de CErrajas) va!, la superioridad moral izquierdista siempre se acogerá al ataque del “mínimo común denominador” como la mejor defensa: ¡También la derecha, hipócrita, aunque lo oculta! Argumentación irrebatible, si no falsa, por cuanto su condena mediática (de la otra, si la hay, ya se encarga la fiscala generala) queda en suspenso en virtud del supuesto empate técnico, que no moral ni legal (lo que se soslaya pese a que, si se denunciaba entonces, también habría de denunciarse ahora). Y el sectarismo del zurdero lo llevará a ser cómplice de abusos que, al margen del debate partidista, no hubiera tolerado, legitimándolos por ser de los suyos el delincuente. Y quien no busca Justicia, no es ciudadano de fiar, sino encubridor y cómplice del delito.
   Bastará, a la primera de cambio, que haya la más mínima sospecha del presunto caso de violencia sexual de  alguien vinculado del modo que sea con la Derecha, para que la misma presentadora replicante de turno de los órganos de comunicación (y propaganda) del régimen, que ha pasado de pu(n)tillas sobre el abuso de esos puttio, lisa llanamente, callaba como una… ¡caramba, qué coinsidensia!, abra su informativo, sensibloide, con carita de emoticono, para condenar el abuso de “una niña de ¡tan sólo! diecisiete años!”

                           ¿PARADOJAS O PARA(QUETE)JODAS?

                               ¿LA MALQUERIDAO SEÑORA AMA?
   Una simpatizante de Vox denuncia haber sido violada con un palo por tres moros por la simple razón de llevar una camiseta del partido. ¿Delito de violencia género? ¿Con agravante de odio? ¿Condena unánime de todos los partidos y medios de comunicación?
    La menestra de Igualdad, entrevistada por uno de los pocos medios que se han hecho eco de la noticia, responde que se trata de un bulo de los fascistas que propagan el odio y que ella “sólo condena el fascismo”. Y la chulapa que se llenaba la boca con la incontinente polución verborrágica del último chulángano, niega el hecho (censura contra las falsas noticias), la condición de los agresores (si es una manada magrebí, es multicultural) y su condición a la víctima (si es de Vox, no es mujer objeto de violencia “de género”). Y aquí no hay “Yo sí te creo, hermana”, ni terrorismo herero-patriarcal que valga.
Sólo le falta decir que la dizque violada “iba provocando” (una camiseta de Vox es una provocación), si no “se lo estaba buscando” y tuvo su merecido o, ya metidos en faena, y tal como muestra en las redes, con ese lacito ¡rosa” de regalo, tatuado en la rabadilla.
    Ni “no es no”, ni “sólo sí es sí”, ni toda esa casuística para hacerle la picha un lío al tío “español blanco heterosexual” satanizado con el “vade retro!” de una PUriTAna (y “en toda puritana se esconde una puta”, diría el machirulo) y feminazi (para más joder). Una replicante, cuya réplica es un algoreitmo programado por  la Inteligencia Artificial  (en el espacio tipográfico in albis entre inteligencia Ø artificial): su consigna contra el fascismo y el odio de la derecha. Contestadora (respondona, más bien) automática, que funciona con monedas (preferentemente tarjeta de (des)crédito), que ignora todo lo que  no figure en la programación que le dejó el Padrecito al irse de casa —el matachín de chicha y nabo de Iglesias, ese matasiete (o metesiete) y media—, ni venga en la cartilla.
Y uno se pregunta si no estará pagando media España el síndrome de La malquerida o, mejor, y arrancándonos por benaventinas, si no será en realidad la pobre Señora ama.

                                    ¿LEER O DELETREAR LA CARTILLA?

   “El peor totalitarismo no es el estatal ni el nacional, sino el social: la sociedad como meta englobante de todas las metas.”
Nicolás Gómez Dávila, Breviario de escolios [p. 231.]

   Un inmigrante ilegal, vendedor ilegal, aforado por su condición de parlamentario de la Comunidad de Madrid (ah, y negro), pretendía leerle la cartilla al Director del Observatorio del Español de esa comunidad, deletreando una redacción que le han pergeñado los escribas de Podemos, reprochándole haber accedido al cargo en premio a sus servicios. Médium de la voz del gran Manitú Podemita, “hombre blanco con lengua de serpiente”,  quien lanzara su maldición por persona interpuesta, poseído por los espíritus malignos.
   Cuando el africano, que llegó a colonizar España por la cara y debiera el pobre hombre (no hombre pobre, sino pobre hombre) estar, precisamente, aprendiendo español en un centro de educación de adultos (cuando menos para entender lo que está leyendo) y, al lanzar su alegato contra la conquista española a un Maestro de dicción y elocuencia, recibe la réplica de Cantó, lo amenaza con el gesto que simula el degüello, que en tal caso no es delito de odio, sino manifestación de su ancestral acervo cultural (acerbo).

                             ¿RATAS SINTIENTES O DIENTES, DIENTES?

      «Inma.—Pero sobre todo habla de libertad.
     Mercedes.—¿Libertad? Nadie nunca es verdaderamente libre.
      Inma.—La libertad es subjetiva. La libertad es una pura percepción. »
             Daniel Cuello, Mercedes [pp.192-193.]

   En su lucha contra la dignidad del ser humano (con ese mote infamante de especismo) los factótum del globalismo llevan tiempo dedicados a la tarea de homologar al Hombre (de momento) con el resto de los mamíferos, por elevación: sin degradación (aparente) del humano a los llamados “seres inferiores”, sino por equiparación de éstos con aquél.
Y ahí se hace ineludible manipular el lenguaje al servicio de una realidad “inventada”.
   Por si no fuera suficiente lo “sensitivo” o lo “sensible”, el neologismo “sintiente” redefine “psíquicamente” a las mascotas, abarcando el arco superior del “sentir”: desde los sentimientos a lo que, en virtud de la “sentimentalización” del pensamiento, se viene tildando de “sensibilidad” (ideológica, ecológica, social, política…), de forma que en lo “sintiente” se produzca la transversalidad trans-humana de los reinos de la Naturaleza. Desde la sensualidad de los sentidos al sentimiento/consentimiento/asentimiento que ha colonizado la racionalidad, en cualquiera de sus sentidos, vía participio activo sintiente
   La oportuna ingeniería lingüística permitirá, con un concepto transgénico, manipular a voluntad la semántica a gusto del cliente: ¿e incluirá el packsintiente el odio? Negativo. Tal sentimiento quedará relegado a los ejemplares más primitivos e inferiores a ¿la rata?
De modo que una rata de dos patas, secretora, generatriz (¿secretora general?) de odio, estaría por debajo en la escala biosocial de la subespecie mayoritaria de roedor estándar.
   Y así, para cuando se dicte sentencia contra quien calificó de “rata” a un político, no sólo la consideración de injuria habrá de trocarse en elogio, sino que será de obligado cumplimiento indemnizar al presunto “difamado” y por tanto felicitarlo en desagravio.

                                       ¿TANZANIA O TARZANIA?

“Susy.—Porque no solo eres una importante mujer de negocios al mando de algunas de las más prestigiosas empresas del planeta. ¡Sino que también eres famosa por tu gran corazón!/ ¡Los hospitales de acceso gratuito que fundaste en Tanzania hablan por sí solos, Mercy!
       Mercedes.—¡Ohhh, qué vergüenza me da!”
           Daniel Cuello, Mercedes [pp. 160-161.]

     “Amos del Mundo secuestrar y devolver muerto  hace seis lunas, acusando a plaga de malos espíritus invisibles, a jefe de tribu Tanzania, MacGuffin (al que los covidpayos llamar “magufo”), hechicero también en Química de los hombres blancos, por rechazar exorcismo colonialista y macar(ill)a ritual de yuyu, en vez de brebaje de Madre Tierra, y ponen en trono a la Sulamita Hassan, esclava y sirvienta de Bwa(cu)naVakunaMatata.  Ahora, ancianos buenos de tribu blanca de País de los Hielos premiar a griotnovelista, de la raza de Abdul,  un bardo cuentacuentos contra colonialismo de Bwanasde yo-yo.”
¿Cómo se dice en tanzanés “una de cal y otra de avena”? ¿Tanzania es “más de letras”?  O ¿“lo del colonialismo habrá que hacérselo mirar: con revisionismo o colonoscopia”?
Y, por cierto, ¿hablará alguien de sus virtudes literarias, si es que tiene alguna, más allá de su compromiso, denuncia, estudio de los efectos del colonialismo y blablablá…, algo para lo que basta ser sociólogo, periodista, politólogo o activista, sin ser un “literato”?

                   LOS INTOCABLES LUMPEN/ARIOS DEL CONTACTLESS
PLENO AL 15 O LA BOLCHE VITA

“Propóngase lo que se proponga, la revolución concluye en desbordamiento de las alcantarillas sociales.”              
                      Nicolás Gómez Dávila, Breviario de escolios [p. 140.] 

   La condena de 1 mes y 15 días (o sea 540 €) a Alberto Rodríguez, diputado de U(H) P(odemos), por patear a un policía (al que se indemniza con 50 €) en una manifestación hace el nº 15 de cargos de Unidas Podemos con sentencia firme de tribunales españoles.
   “DELINCUENTES” (sí, Marichel, ¡DELINCUENTES!), condenados por lo penal, lo civil y lo social, del asesinato, la pederastia o atentado contra la autoridad o las personas físicas a fraude y delitos económicos, contra los derechos de los trabajadores o la salud, difamación y un amplio etcétera. Un lumpen pseudo-proletariode casta neo-millonaria de quienes, propinándose La bolchevita, exhiben su clasismo razzial de élite totalitaria, ensañándose en calidad de intocables (no por parias, sino como rajás), a menudo desde el burladero de su impunidad parlamentaria, contra las “pobres gentes”, “humilladas y ofendidas”, que no pueden tocarles ni un pelo, a la greña,  por el protocolo contactless.

¿BORRACHA Y SOLA PUEDO VOLVER A CASA
                                                              O
                                           CAGÜEN SOS: RACISMO?

“Una joven vitoriana de 30 años ha denunciado ante la Ertzaintza haber sido objeto de una brutal agresión cuando regresaba a casa. La vecina del barrio de El Batán caminaba sobre las 4 de la madrugada hacia su domicilio familiar cuando en uno de los jardines comprendidos entre las calles Nieves Cano y Salbatierrabide ha sido rodeada por cuatro jóvenes que, según su testimonio, eran de origen magrebí"Vamos a ver cómo te destrozamos esa cara guapa", le han amenazado antes de golpearla varias veces provocándole heridas en su rostro.”El Mundo [25 de octubre de 2021.]

  Ataque de una presunta cuadrilla (o manadilla), de MENAs (¿menuda menadilla?), a una mujer de Vitoria, para “destrozarle esa cara guapa”, este pasado día 23 de octubre. La prensa, en su inmensa mayoría, oculta el presunto origen “magrebí” de los agresores, el alcalde de la ciudad  pide no estigmatizar a nadie por “nacionalidad, sexo o religión” y el movimiento feminista convoca concentración de oficio contra la violencia machista.
  Una agresión “muy grave” (en palabras del alcalde) y constitutiva, cuando menos, de tres delitos en un constructo delincuencial: sexismo (restringido a la víctima femenina), racismo (de raza diferente: blanca) y odio (por ensañamiento con su aspecto físico), el encubrimiento de cuya “autoría” contribuye a que la denuncia se haga extensiva, implícitamente, ay, por defecto (predeterminado), al varón blanco heterosexual de Vitoria...
De manera que, las tropelías de violadores de importación engorden la estadística que incrimina a los varones nacionales, justificando (y dando carnada) al lobby feminista, a la vez que crea anticuerpos contra ese estereotipo machista de mujer, blanca ¡y guapa!
   Racismo ¿contra el blanco? Mmm…, se preguntará algún cándido todavía  ¡También el alcalde es caucásico! Claro y escenifica la autoflagelación judeo-cristiana occidental.
                                          [¡ACABÁRAMOS!

    “La Ertzaintza cree que la joven de Vitoria que denunció una agresión por parte de menas se la inventó.   La denunciante, candidata de Vox en 2015, declaró en la televisión que “eran menores magrebíes” y pidió que se les expulsase: “Fuera de mi país”. El Gobierno Vasco cree que “cada vez es más plausible la hipótesis de una simulación del delito”. La Vanguardia [3 de noviembre de 2021.]

   Pero unos días después, tras correr un tupido velo sobre el asunto con voto de silencio mediático, los cipayos del anglobalismo, en NOMbre de la Verdad, han resuelto el caso.
¡Denuncia falsa! ¿Y? ¿Qué fue del “Yo sí te creo hermana”? ¿Ya no te creo, cuando hay cada vez más casos en toda España de denuncias falsas probadas y con sentencia firme, cuyas falsarias víctimas siguen acogidas a los beneficios ministeriales por “maltrato”?
   ¡Ah!, ¿que es de Vox? ¡Acabáramos! ¿Y por eso “se lo inventa”, para hacer campaña, por difamar, para hacer daño a una minoría (razzial) de edad huérfana en el extranjero? ¿Y no se le ocurre a la policía política del Nacionalismo Vasco que ahí tiene una razón más de odio hacia la víctima? ¿Qué quizá fuera su simpatía política el móvil del ataque?
¡Ah, ¿que es supremacista y quiere expulsar a los pobres (in)migrantes de “su” país?
¡Pero si es de Vox, extranjera en su patria chica, una española a la que aún se le permite seguir viviendo en el País Vasco! ¿Y cómo no va a ver “plausible” el GV la hipótesis de su policía (científica)? (¡Hipótesis plausible! ¡El espectáculo llega al método científico!) ¡Como que estarán aplaudiendo hasta con las orejas! ¡Pero cómo no lo dijisteis antes…!
   ¡Diez días para reconvertir a una víctima en verdugo! ¡Hay que agilizar ese programa!
Otros diez días más y resultará que lo de “Begoña” (ahora son las víctimas quienes deben ocultar su identidad)  fue una provocación pues, como apuntará algún filólogo vasco (de los transferidos de Filología Románica, que aún sabían español), una que se mete en El Batán sólo puede esperar salir bataneada (‘sacudir o dar golpes a alguien’, RAE). 

“El tríptico de antaño: inmigración, integración, asimilación, ha sido sustituido por invasión, colonización, ocupación.”
Eric Zemmour, “La sociedad progresista es una sociedad liberticida” [Naves en Llamas, nº 16, diciembre, 2021, p. 33.]]

EL PATIO DE MI CASA ERA PARTICULAR…
              CUANDO ES GLOBAL SE MOJA COMO LOS DEMÁS.

                               TERRY GILLIAM VS.CHARLIE HEBDO
                                    ¿ENTREMÉS O ESPERPENTO?
     Ni el mal genio satírico del Terry(ble) Gilli(am)pollas resiste la “armada invencible” de la corrección política del pensamiento único globalitario en ese disparatado astracán histriónico que es su recreación del Quijote El hombre que mató a Don Quijote (2018).
     Y así, reconvertir los proverbiales rebaños de ovejas (ejércitos enfrentados en combate, con el resultado de muerte de siete de ellas) en corteses (beni)merinos en oración torna a Charlie Gilliam en Terry Hebdo, sodomizando de nuevo (como probablemente le sucediera a Cervantes en el cautiverio de Argel) a un excombatiente de Lepanto—“la más alta ocasión que vieron los siglos”—, manco en la victoria definitiva sobre el islam.
   El revisionismo ideológico de un “facha imperialista e islamófobo” y la reconversión oportunista del personaje, el revoltijo de la historia en nombre de la libertad del director en un remake de remate total y el avellanedesco delirio rematado de la peripecia no son sino una escaramuza más, en la retaguardia del “entretenimiento”, y la devaluación del clásico del humanismo, en una naumaquia cultural por hundir los pecios del naufragio.
           AHOGADILLA, AGUADILLA Y LA GOTA QUE COLMA EL VASO
   Que Don Quijote (en su avatar del zapatero que incorpora su papel en la película hasta identificarse definitivamente con su locura) sea derrotado por su escudero británico, que interpreta el cantamañanas, zangolotino impertinente y director del pastiche/adaptación (con arreglo al viejo truco del “DVD encontrado”), no es sino una última ahogadilla a la Biblia hispana. Si no fuera porque, tras de haber sido amparados por una tribu magrebí en un abandonado poblado okupa, el descalabro del “caballero” en el castillo de los duques, en Zaragoza (que no en Barcelona, ¡yuyu!), coincide con la quema del escrutinio de los restos del carnaval en una hoguera coronada por la imagen de la Virgen, burlesca quema de brujas y aguadilla que rezuma la mala baba protestante del descreído anglosajón (igual que a uno, católico renegado, le pone de mala hostia la mofa de oficio de la Leyenda Negra); y más aún porque coronando la falla, como ninot efímero, lo suyo y lo coherente con el original habría sido la cabeza de la Iglesia anglicana de la pérfida Albión, su razziosamajestad, enemiga por excelencia antaño de aquel Imperio español (y  que hogaño maneja los hilos de la soberanía española merced a este gobierno cipayo).
   Ahogadilla, aguadilla y la gota que hace que rebose el vaso (y en Basho me baso): en su enésima vuelta de tuerca (aquella en la que ya uno se destornilla), el director/Sancho hereda la locura del actor/Don Quijote, y se lanza a la aventura (¡qué hermosura!,¡no te amuela, Manuela!) escoltado por Angélica, actriz y estrella ascendente (de descarriada moza del partido y descorche a escort de lujo), en el rol de la simpar escudera paritaria.
  ¡Estamos aviados! Descree uno del “soy cristiano por la gracia de Dios” y, ateo perdido, tiene la desgracia de que la morisma lo rebautice como “rumí por la razzia de Alá!
Es que no hay escapatoria.

DE(L ANO) ROOSE(VEL)VELT O A (LOS) ROTHSCHILD(REN)            

      “Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.
        […]
     Se necesitaría, Roosevelt, ser dios mismo,
el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
para poder tenernos en vuestras férreas garras.”
Rubén Darío, “A Roosevelt”, Cantos de vida y esperanza [1905.]

   Y este 12 de Octubre, aniversario del Descubrimiento de América, cada vez más colonizado por el globalismo; de la fiesta de la Hispanidad, cada vez más descastellanizada; de Nuestra Sra. del Pilar, más descatolificada, y de la Guardia Civil, más desmilitarizada, tras la pitadaplauso ¿o vivabucheo? al tirano Pedro Sándezy el (in)valido Flipe VI ¿y viceversa?, la real humillación de uno/la pícara jugarreta del otro de hacer cuadrarse a uno/en posición de descanso el resto del aforo, limitado a sus cargos incondicionales, al pie del despliegue de banderas republicanas trazadas por las fumarolas de la aviación: reducción de 17 colores de la Agenda Globalicona, pasando por los 7 del arcoíris sin el añil (¿de la ministra de Defensa?) a los 6 de la bandera elegetebeí (ultravioleta de la de Igualdad y el tío lila de Interiorismo), hasta la tricolor del gobierno que se pone morao.
  “Esto refuerza el poder jungiano del morado como fusión de opuestos, trascendencia de la tesis y la antítesis y, sobre todo, como apertura a la androginia —y recordemos el niño del final de 2001 [Una odisea del espacio]—, como superación de las limitaciones ínsitas a lo humano”, por traer a cuento (aprovechando que el arcoíris pasa por California y (no precisamente por el sexo de) Los Ángeles), las palabras de Guillermo Mas a propósito de Eyes Wide Shut (‘Ojos bien cerrados’) de Stanley Lubrick (ECdE, 2021).
A OJOS CIEGAS

    “—¿Y qué querían¿ ¿Qué pedían? Se habían congregado para echarle flores a nuestra presidenta, misia Hilda, porque ha disuelto los últimos restos del ejército de línea que nos quedaban, la gendarmería de la Patagonia.
—¿Y eso lo aplaude el pueblo? ¿Qué puede importarle?
   —Directamente. Nada. Pero el pueblo, mejor dicho, los politiqueros que lo agitan, tienen instintiva aversión a todo lo militar, porque un gobernante apoyado en unas cuantas divisiones no se deja manejar.”
                Hugo Wast, Juana Tabor [p. 88.] 

   Acaso porque, en la transversalidad que borra la frontera entre Izquierda y Derecha, y a ojos ciegas, “de la oposición sublime-grotesco pasaríamos a una síntesis de opuestos (rojo y azul que confluyen en el morado)”, por traer a cuento las palabras de Mas sobre ese cubo de Rub(r)ik, ese Kubrick al cubo que es Ojos bien cerrados: “lo siniestro y lo bello [¿o diestro?] actuando conjuntamente para terminar confluyendo en el morado de la androginia” (covídere “EWS: Análisis de escenas”, El Correo de España, 10/2021).
   Aseguraría, al día siguiente, Alfonso Guerra que “Hay quien abuchea a un presidente y aplaude a una cabra”, sin caer en la cuenta (serán las cosas de la edad) de que la ocurrencia no es sino el correlato actual, la secuela más bien, de aquella otra suya también: “En el PSOE presentamos de candidato a una cabra y gana la cabra". Y alguien habría debido apostillarle que “si el candidato es un cabrón con pintas, entonces, presidente”. Pues basta revisar su participación en el akelarre (‘prado del Cabrón’) secesionista con esos chivos espiatoriosde Radio Tirana a la vasca y los asnos acebrados a franjas rojigualdas, borricos encabronados rojigualdrapas que, sin pararse en barras (de Aragón), proclaman con sus senyeras de identidad su épica derrota hípica en el ruedo espanyol.

   “Los buques de guerra, que se oxidaban en los inútiles diques, se transformaron en museos, en hospitales y en escuelas.
   ¡Sobre todo en escuelas! Sin embargo, a pesar de la multiplicidad de las escuelas, cada vez eran menos los que sabían leer, porque no hacía falta. Ya no había libros, sino revistas que se escuchaban en vez de leerse.”
            Hugo Wast, 666 [p.169.]

 

 


 

 

Calendiario

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
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